La tribuna

Juan Pablo Pérez-Bustamante Mourier. Ángel Cubo Mayo

Pensiones

EMPIEZA la cuenta atrás mediática para modificar la normativa en materia de pensiones, aunque el futuro de las pensiones se discute desde hace mucho tiempo.

Se habla de aumentar a 67 años la edad de jubilación y de calcular la base reguladora de la pensión tomando los últimos 20 años de cotización. Incluso algún foro de economistas defiende la necesidad de que sean 40 y no 35 los años de cotización necesarios para obtener el 100% de la pensión por jubilación.

En nuestra opinión hay otras medidas prioritarias que habría que analizar:

1) Que por un lado aumentemos la edad de jubilación hasta los 67 años y por otro admitamos prejubilaciones o pases a situación de reserva en el ámbito militar a edades muy inferiores a la de jubilación es incomprensible y radicalmente injusto, por no decir discriminatorio. Es importante recordar que en el artículo 35 de la Constitución Española de 1978 se proclama: "Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo…".

2) Por otro lado, los últimos estudios nos presentan datos como que la economía en negro en España se acerca al 25% del PIB. Tremendo dato, incluso aunque sea bastante menor. También es conocido que en las épocas de bonanza no sólo se genera más empleo, sino que una parte de la economía sumergida aflora y aumenta la recaudación fiscal y de la Seguridad Social. Hay menos competencia desleal y más trabajo para todos.

3) El tercer eje es el necesario, en nuestra opinión, progresivo aumento del número de años a tomar en cuenta para la base reguladora de la prestación por jubilación. Cuando se utilizaban 8 años se observó que muchos trabajadores, que figuraban como directivos y gerentes de empresas, eran "adscritos" al régimen por cuenta ajena los últimos años de su vida laboral, asegurándose así durante los últimos 8 años una pensión mayor cotizando por la base máxima del Régimen General de la Seguridad Social. Esta situación provocó un desajuste en la Seguridad Social que no se consiguió atajar suficientemente.

En el momento actual sucede algo similar con los trabajadores autónomos que han venido cotizando por base mínima durante buena parte de su vida laboral y en los últimos años suben su cotización para obtener mejor pensión. Este hecho, además de injusto, es totalmente discriminatorio para los trabajadores del Régimen General que no tienen la opción de subirse y bajarse las cuotas.

Pues bien, creemos que estas medidas son las estructurales y urgentes. Con el control de las jubilaciones anticipadas, una prestación de jubilación acorde con la vida laboral completa y un mayor control de la economía sumergida podemos empezar.

Luego será el momento de ver cuántos años hacen falta cotizar para jubilarse. Decidir que la jubilación sea a los 67 años no es una pieza esencial para resolver problemas de desajuste en la Seguridad Social; de hecho en el momento actual hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no se jubilan a la edad de 65, acogiéndose a prejubilaciones o prolongando su vida laboral, lo que creemos se debe incentivar.

Además, subir la edad de jubilación conllevará más solicitudes de invalidez en sectores como la construcción, la agricultura y la industria, donde aguantar físicamente hasta los sesenta y siete o incluso los sesenta y cinco años es prácticamente imposible. Estas pensiones de invalidez pasan a convertirse automáticamente en pensiones de jubilación al cumplirse la edad cambiando el nombre pero no el importe, lo que supone una jubilación "degradada".

La medida que propone el grupo de economistas de alargar a 40 años el periodo necesario de cotización para jubilarse con la totalidad de la pensión nos parece extrema. En términos macroeconómicos es fácil decir hasta qué año se sostiene el sistema, cuándo entrará en déficit la Seguridad Social, pero este axioma se producirá si se continúa como se está y ya hemos indicado los posibles cambios a realizar.

Esta medida de los 40 años nos sitúa ya en un escenario de jubilación para privilegiados. Si el acceso de los jóvenes al trabajo sigue igual de dificultoso, si no hay empresas donde colocar a los que proceden de la formación profesional y a los titulados universitarios, ya estamos hablando de muchos jóvenes entre los 20 y los 30 años sin un primer empleo. Si empezamos a cotizar a los 30 años y pretendemos cotizar 40 años, nos iremos a los 70 años de edad. Esta situación que referimos la sufren muchos jóvenes en la actualidad ¿Cómo van a llegar estos jóvenes a cotizar 40 años?

Echemos la culpa de los problemas del sistema de pensiones a la estructura del empleo en España, antes de considerarnos irremediablemente condenados por la demografía. Quizá así encontremos soluciones.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios