Gabriel Cruz / Candidato Del PSOE A La Alcaldía De Huelva

Chequeo completo y no una simple analítica

El equipo de gobierno municipal mantiene que 2014 se cerró con un superávit de 15,7 millones de euros gracias, básicamente, a los planes de ajuste aplicados La oposición, PSOE e IU, denuncia que las cifras están manipuladas y recuerda el volumen de la deuda. 'Huelva Información' ha pedido a cada partido que detalle sus posiciones sobre la economía municipal

La economía, al igual que la salud de las personas, requiere de chequeos globales y análisis completos para conocer la situación real y las posibilidades de sobrevivir. De nada sirven diagnósticos parciales porque, lejos de solucionar el problema, lo agravan. Y digo esto porque el falso triunfalismo de las últimas informaciones oficiales en torno a la fortaleza económica del Ayuntamiento de Huelva pretende tapar los errores en la gestión municipal e intenta hacernos creer una ficticia recuperación que en poco o nada se corresponde con la realidad.

El Ayuntamiento de Huelva, tras tres planes de ajuste y un plan de rescate, ofrece unos resultados "a corto" mejores que la agónica situación que presentaba hace unos meses. Con el pírrico dato que apunta a un supuesto superávit, el Gobierno municipal, vacío de propuestas y de una gestión que lo avale, se intenta apuntar un tanto.

Pero esa foto fija hay que enmarcarla en una gestión que está creando graves problemas para la ciudad y para los onubenses. Fruto de los tres planes de ajuste, en Huelva tenemos el IBI más caro de España, el recibo del agua es el tercero más caro del país, estamos en el techo impositivo de todos los impuestos, es decir, ya no hay posibilidad de subirlos más, e incluso pagamos tasas que antes no existían: tasa policial, tasa cultural a los bares, 40 euros de media por persona para el mantenimiento del cementerio e incluso tenemos que pagar para sufragar las aceras.

Todo ello hubiera estado justificado si hubiera servido para algo, pero ni si quiera estas medidas de ingresos han sido capaces de poner el contador a cero. A la desesperada han tenido que asirse al último salvavidas: el Plan de Rescate diseñado por el Ministerio de Hacienda exclusivamente para aquellos ayuntamientos en situación límite, 101 de los 8.000 de toda España. Y entre ellos se encuentra el de Huelva. Esto significa, ni más ni menos, que a los onubenses nos está gobernando desde Madrid el ministro Montoro, y lo hace con las mismas imposiciones, ajustes y recortes con los que está castigándonos desde el Gobierno central.

Con todo, si los tres planes de ajustes y el de rescate hubieran servido para sacar al Ayuntamiento, y por ende a la ciudad, de la parálisis y el abatimiento en el que nos encontramos desde hace ya un tiempo insoportable, bienvenidos sean. Yo me alegraría, y de verdad.

Pero, lamentablemente, no ha sido así. La ciudad entera está intervenida, e incluso diría que bloqueada. Porque la subida de tasas e impuestos con la que nos están asfixiando tendría que haber servido para dar un nuevo impulso a las políticas del Ayuntamiento que generarían economía, dinamismo y empleo en la ciudad. Pero la realidad es bien distinta. Desgraciadamente con nuestros impuestos se está pagando a los bancos. O lo que es lo mismo, mientras Montoro nos exprime, el Ayuntamiento sigue sin ofrecer servicios públicos dignos, no se reduce la elevadísima tasa de desempleo y, en general, no se mejoran nuestras condiciones de vida. Por no tener, no tenemos presupuestos municipales para 2015.

Por tanto, cabría preguntarse de qué le vale al concejal Saúl Fernández, mandatado por el alcalde, sacar pecho afirmando que en la liquidación de un trimestre el Ayuntamiento ya tiene superávit. Intenta engañarnos y confundirnos, y ese comportamiento no es digno de un servidor público, obligado a dar siempre la cara y las explicaciones más sinceras sobre su gestión.

Porque en ese análisis, que como digo tiene que ser global, se esconden hechos muy graves. Pese a haber recibido todos los préstamos posibles para ponerse al día, aún se deben a los proveedores 44 millones de euros, y sumando la deuda bancaria y los intereses, en los próximos 25 años habrá que devolver a los bancos la friolera de 375 millones, el equivalente a tres presupuestos concretos. Por tanto, además de intervenidos, estamos en bancarrota.

Y en medio de toda esta situación, se ha producido un desmantelamiento de las estructuras del Ayuntamiento, con bajadas de sueldos y el cierre de todos los patronatos, de la Gerencia de Urbanismo y de la Empresa Municipal de la Vivienda, con sus correspondientes despidos. Medidas, no sé si acertadas o no, pero estériles desde todo punto de vista.

En este mandato no se recuerda ninguna sola acción que haya supuesto un impulso económico para la ciudad; todo lo contrario, la sombra de Montoro ha planeado en cada una de las medidas del equipo de Gobierno.

Llegados a este punto habría que preguntarse cómo salir de esta situación porque, a la postre, es lo que interesa a los onubenses y en lo que el Grupo Municipal Socialista lleva varios años trabajando. La primera reflexión es que se puede salir de este pozo, y los ciudadanos y los trabajadores del Ayuntamiento deben estar tranquilos en este sentido.

Es necesario poner orden en este caos para devolver la confianza a los onubenses y a las empresas, muchas de las cuales hace ya tiempo que dejaron de trabajar con el Ayuntamiento. Reorganizando, optimizando y eliminando gastos superfluos se pueden obtener importantes ahorros, y fundamentalmente hay que salir fuera a buscar recursos, como hacen en todas las capitales de España. Todo ello, priorizando el gasto y con un control presupuestario eficaz.

Tenemos una tarea pendiente y urgente con los ciudadanos: políticas de empleo, solución en materia de viviendas, servicios públicos de calidad y un modelo de ciudad sostenible y dinámica. Huelva ya no puede perder ni un minuto más.

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