Surcos nuevos

Jaime De Vicente Núñez

'Platero y yo' y nosotros(II)

Hace pocas fechas se inauguraba en Moguer la bella escultura de Pedro Requejo Idilio de abril, integrada en el proyecto PlateroEScultura. La entidad patrocinadora, la Fundación Caja Rural del Sur, recibía en el mismo acto el título de Embajadora del Año Platero, como reconocimiento de su compromiso con las celebraciones del centenario de la primera edición de Platero y yo.

La semana pasada yo contaba cómo en los últimos años el Otoño Cultural Iberoamericano (OCIb), organizado por la Fundación Caja Rural del Sur con otras entidades, homenajeó a Juan Ramón Jiménez con la publicación de la edición ampliada de Guerra en España (Point de Lunettes, 2009) y acogiendo el proyecto de Ladrús Juan Ramón sobre el papel, que proyectaba la inspiración emanada de su poema Espacio a un grupo de pintores que quisieron expresarle en forma plástica su admiración. Lo natural es que, en el año del centenario de Platero y yo, el recuerdo al poeta sitúe su foco de atención en esta obra maestra de juventud, lo que haremos por una parte desde la música y, por otra, con la mejor forma de ensalzar a un escritor: la edición de su obra.

En lo que se refiere a la música, nos complace que sea un compositor onubense, Alberto González Calderón, el autor de Cuaderno de notas, a través del cual recrea bellamente una selección de capítulos de Platero y yo, con una interpretación al piano en la que le acompaña la voz de su hija Beatriz. Un concierto que los amigos de Platero, de Juan Ramón y de la música no se querrán perder.

La obra más popular de nuestro Premio Nobel ha sido traducida a casi todos los idiomas hablados en el mundo, pero nunca a una lengua americana precolombina. Es razón suficiente para que el OCIb 2014 acoja la iniciativa que nos traslada el médico boliviano residente en Huelva Alfonso Bilbao para traducirla al quechua en edición bilingüe con el castellano. El quechua, la lengua de los incas, es el idioma materno de unos diez millones de personas, principalmente en Bolivia, Perú y Ecuador. Las gestiones realizadas por Alfonso y amigos suyos bolivianos permitirán que el libro llegue a las escuelas de numerosas comunidades indígenas para facilitar a los niños la enseñanza de su idioma materno y del español. Esta edición, que irá acompañada de un CD con la versión oral en quechua, va a suponer, sin duda, un hito fundamental de la bibliografía de Juan Ramón Jiménez.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios