silla de palco

Antonio Mancheño /

Hijos de Valverde

NO sé porqué han tardado tanto. Américo Santos fue el alcalde de la transición y su labor al frente del Consistorio, modélica. Tampoco sé, porqué, el grupo socialista propuso, únicamente, como hijo predilecto de la localidad a José Cejudo, recientemente fallecido y al que Dios acoja en su seno.

En un gesto de nobleza, ajeno a tropelías partidistas e inquinas políticas, la alcaldesa amplió la moción para reconocer los méritos a dos insignes valverdeños, cuyos méritos perduraran en la memoria del tiempo, a pesar del olvido inocente, Santos y Cejudo.

El portavoz socialista, según escrito en los tabloides, tuvo un pequeño fallo al aceptar, elogiósamente, la inclusión de Américo Santos en la designación solitaria del ex alcalde, ex presidente de la Diputación y Autoridad Portuaria de Huelva, manifestando que la figura de Américo no difuminaba la imagen de Cejudo, sino que la engrandecia. O sea que, primero, ni se cuenta con él y segundo, aceptan su inclusión, ya que la misma, no nebuliza la del fallecido, sino que la enriquece. Más que error es una coz. El de la voz cantante opositora, dada su nula sensibilidad y sus salidas de tono, debiera dedicarse a repasar la asignatura preferida del grupo, Educación para la Ciudadanía.

He aquí que, llegado el punto en que el centro derecha y la izquierda real, anuncian a la Cámara, el reconocimiento de José A. Gómez Marín, como hijo adoptivo, los del puño y la rosa saltan sobre el estrado y gritan desgañitados ¡hasta ahí podíamos llegar! No están dispuestos a tragarse esa espina. Tremolina en el coso y trementina en el tendido rosa.

De nuevo el interfecto toma la palabra para oponerse a tan grave deshonra y expone que, el tal Gómez Marín, se ha dedicado a darle a la mojarra y a poner a parir los pucheretes, piñonates y calderetas, lo que exige una reparación y, más aún, el arrepentimiento público ante el pueblo ofendido. ¿De dónde sale este zangolotino?

Ignora el concejal, cosa absolutamente comprensible, la trayectoria del acusado que, cuando ¿habla mal? de Valverde, lo único que hace es, cantarle las verdades al barquero, que ha logrado, por cierto, exhibir en sus arcas un agujero de espesura galáctica, situando a Valverde en el octavo puesto del ranking nacional de morosos. Sin comentarios.

Ignora el caballero, que Pepe Gómez, como se le conoce, ama a su pueblo apasionadamente, lo que no significa que tenga tragaeras para acallar los timos, desenfrenos, dislates, clientelismos y ataduras políticas. La sumisión al régimen, a cualquiera, no es compatible con su folosófia. Es intelectual, humanista, librepensador e ideólogo. Lea el discurrir de su vida y observará dos notas, sabiduría y humildad. Su rebeldía cabalga, por la sangre hecha tinta, en sus escritos, su palabra y sus actos.

Si por mi fuera, tendría un mar de silencios en la Ermita del Santo. Bajo una cúpula de pinos Y de adoptivo nada. Raíz y entraña viva, desde el amanecer hasta al ocaso , en Facanias.

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