Si existe por estos lares una persona a la cual no se le ha dado la posibilidad de reconocimiento que realmente debería tener, ese es sin duda Juan Pérez, Juan Sombra. Toda una vida dedicada a la música popular, permaneciendo callado, sin hacer mucho ruido, pero muy cercano a todos los componentes de la música onubense, siendo testigo vivo de cómo una generación de artistas revolucionó el concepto del flamenco y de su fusión con otras propuestas musicales.

Sus comienzos residen desde muy pequeño. Con tan solo cinco años ya cantaba con personas mayores de su entorno, que tocaban la guitarra en la plaza de su barrio. Nos advierte que ha aprendido mucho de ellos, pero que la fuente de donde más se instruyó en música es de la misma marisma, al escuchar el canto de los pájaros, el rumor del viento cuando golpeaba entre los juncos y los zarzales. Estos sonidos al caer la tarde, formaban unas melodías alucinantes que sentía intensamente dentro de sí. Su primera guitarra la hizo con una tabla, unas pocas puntillas y tanzas, y cuando la hacía sonar, para él era un delirio, porque se mezclaba con los sonidos de la naturaleza en una sinfonía perfecta y en un mundo de equilibrio.

Su trayectoria profesional le llevó hasta Madrid, interpretando sus propios temas en varias salas de fiesta de la capital con el dúo Sol y Sombra. Jose Luis requena, representante en la década de los 70 de artistas de la talla de Lola Flores, Bambino, Camarón de la Isla o Rafael, los fichó en exclusiva, dándoles su primer contrato para tocar en Las Palmas de Gran Canaria. En esos momentos les ofertó hacer las Américas, algo que no se produjo finalmente pero que sopesaron con gran estima.

Ya en solitario, y con la denominación de El Sombra, ha trabajado a diario en numerosos lugares de Madrid, teniendo una gran estima a la ciudad y a todas las experiencias allí vividas. Ha actuado en Las cuevas de Nemesio, en El Corral de la morería, en El café de Chinitas y en otros muchos lugares de la noche madrileña. Después de todo aquello comenzó a trabajar con la agencia de Manuel de la Torre, pudiendo viajar a varios lugares de toda España.

Actualmente trabaja en un proyecto que precisamente estrenó la pasada noche en la Sala Habana de nuestra capital. Una propuesta llena de temas nuevos y con músicos de la tierra. Cuenta con José Cortés y Lucas Vega a la percusión, el batería Miguel el cubano, las guitarras de Luis Rodríguez, Pablo Báez al contrabajo, y al piano, su hijo Juan Pérez, al que ya dedicamos en su día un lugar en estas introspectivas y para el que Juan Sombra es todo un orgullo, ya que siente que la música corre por su alma, dando lugar a la consecución de los sueños que desde muy pequeño ya tenía.

Charlando un poco, la conversación divago en los conceptos estilísticos, comentándonos Juan que escuchaba todo tipo de música, pero tiene predilección especialmente por el blues, el jazz y sobre todo por el flamenco. Él respeta todas las manifestaciones artísticas que considere que estén bien hechas. Siente que la que está más cercana es la del pueblo, la que canta las penas, las que tiene alegría, vivencias y como por ejemplo, el ritual de los de los afroamericanos cuando estaban en los campos de Nueva Orleans recolectando algodón, cantando su propia libertad. Y de la misma forma, la forma de expresarse de los gitanos, basándose en ese genial compás flamenco.

En cuanto a Huelva, afirma que en cuanto al concepto cultural, desgraciadamente, se puede decir muy poquito. Piensa que ha sido un pueblo muy cortito en ese aspecto, que se deberían hacer muchas más cosas. Del mismo modo, garantiza que en Huelva hay mucho arte y que se pueden hacer muchas más actuaciones por nuestras gente.

Aporta que, por ejemplo, se podría montar una gran caseta en las Fiestas Colombinas que contrate exclusivamente a artistas de Huelva, que tan pocos somos, y poder compartir ese trabajo. Desde la idea que primero se debería defender lo de Huelva, y después lo que venga, será bien recibido; pero primero Huelva y su gente.

Sus planes pasan por cantar a la libertad, a la naturaleza, componer… realmente, lo que ha hecho toda su vida y que es lo que le ha colmado su ansiedad de artista. Le gusta mucho la creación, cuestión esta que para él está por encima de todo. Ha participado en numerosos discos y ha compuesto canciones que han sido muy escuchadas como por ejemplo Poeta o Las aves.