Cultura

Animación japonesa

Cine Forum La Gota de Leche.- Producción: Japón, 2001.- T.O.: "Sen to Chihiro no kamikakushi".- Duración: 122 minutos.- Dirección y guión: Hayao Miyazaki.- Fotografía: Shigeo Sugimura.- Música: Joe Hisaishi y Yumi Kimura.- Montaje: Takechi Seyama.- Dirección artística: Youji Takesihge.- Diseño de producción: Norobu Yoshida.- Intérpretes: Dibujos animados

Terminó en el Cine Forum de la Gota de Leche el ciclo dedicado al Estudio Ghibli, en esta última sesión de esta brillante temporada cinematográfica, que nos brindó una excepcional película, uno de esos fascinantes títulos, precisamente de uno de los creadores de este Estudio, Hayao Miyazaki, en el que una vez más se revelan seductoramente la imaginación, la sensibilidad, la magia y la fantasía, características habituales en su filmografía, que han merecido numerosos galardones internacionales a lo largo de su carrera. Esta película, El viaje de Chihiro lo prueba de manera fehaciente con catorce premios internacionales en 2002, entre ellos el Oscar de Hollywood al mejor largometraje de animación, el Oso de Oro de Berlín y el National Board of Review, entre un largo número de nominaciones.

El viaje de Chihiro, además de encantarnos, nos brinda una nueva perspectiva en la animación lejos de los estereotipos de la mayoría de los dibujos nipones que llegan a occidente. Chihiro es una pequeña niña que ha sabido ganarse el corazón, y por supuesto la taquilla, de medio mundo. Por encima de Titanic (1997) es, hoy por hoy, la película más taquillera en su país de origen. Esta encantadora producción consiguió con la obtención del Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2002, provocar toda una sorpresa al tratarse de una película de dibujos animados, género que en los países occidentales no cuenta con gran predicamento, además del olvido de la crítica generalizada. Sin embargo y con mirada objetiva, esta especie de Alicia en el país de las maravillas, supone la cumbre que puede alcanzar el arte del dibujo animado en el cine.

Dentro de la evolución que el dibujo animado ha registrado en la moderna cinematografía, desde que el mago Walt Disney inventara una nueva manera de contar historias en la gran pantalla mediante imágenes animadas, las nuevas tecnologías han revolucionado esta especialidad. Pocas veces un film de dibujos animados ha contado con la atención de los participantes en un certamen internacional. Lo ocurrido en Berlín - para unos un exceso, para otros la confirmación de que el género conseguía un momento de esplendor estelar en un certamen especialmente exigente -, demostraba que El viaje de Chihiro es todo un homenaje a la imaginación, a la magia del cine, a la inteligencia creativa, muchas veces ausentes del arte cinematográfico. Todo un soberbio trabajo de producción que interesa a los pequeños y a los mayores. Berlín fue una incidencia favorable muy significativa que cabe recordar al considerar la película, un precedente notable y destacado.

El creador de la inolvidable La princesa Mononoke (1997), Hayao Miyazaki, sabe conjugar las leyendas y tradiciones japonesas con mano maestra, con los instrumentos propios de la cultura occidental sin perder su genuina idiosincrasia. Prodigiosa por su belleza, atractiva por su vigorosa estética, fascinante incluso por sus excesos artísticos, nos cuenta una historia apasionante y entretenida para todos, nos adentra en un universo mágico habitado por extraños dioses y espíritus caprichosos. Todo un juego fantástico, estimulante y seductor dirigido a un público más adulto que al que habitualmente se dedica este tipo de cine. Una aventura fantástica realmente excepcional que seduce por su encanto y por constituir la mejor expresión del espíritu infantil que todos albergamos en nuestro interior.

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