Cultura

Fallece el poeta Juan Delgado López, autor de una extensa y sólida obra

  • Miembro de la Academia Iberoamericana de la Rábida fue enterrado en el cementerio de Riotinto, de donde era hijo adoptivo · El rector de la Universidad de Huelva lamentó la pérdida del escritor.

El poeta Juan Delgado López falleció ayer en Riotinto tras una larga enfermedad. Hasta allí se trasladaron escritores y amigos del poeta. Acudió al sepelio el rector de la Universidad de Huelva, Francisco Martínez, así como los miembros de la Academia Iberoamericana de la Rábida, a la que pertenecía, los también escritores José Manuel de Lara y Manuel Sánchez Tello; también acudió José María Franco con el que hizo su libro Geografía y amor, así como Antonio García Correa, del que realizó su biografía. En el cementerio, fue el escritor Paco Huelva quien pidió un aplauso para el poeta, mientras que Antonio Garnica, sacerdote y amigo de Juan Delgado, dirigió unas palabras sobre la amistad.

Juan Delgado López nació en Campofrío en 1933. Allí fue donde pasó parte de su infancia y a donde, ha vuelto una y otra vez en sus escritos. Con once años, tras una infancia presidida por la Guerra Civil, su familia se marchó hacia Minas de Riotinto, lugar donde ha fallecido a la edad de 76 años y donde vio fraguarse su vocación y destino literario, y donde se le honró con el título de hijo adoptivo. La obra de Juan Delgado López ha obtenido no pocos premios y distinciones, tanto dentro como fuera del país. De ella cabe decir que es tan extensa como sólida y reconocida, con títulos como Por la imposible senda de tu boca (Sevilla, 1971), El cedazo (Madrid, 1973), Oficio de vivir (Sevilla, 1975), De cuevas y silencios (Algeciras, 1988) recogidos todos en Antología amarilla (Valparaíso, Chile, 1993 y México DF, 1994). Con posterioridad ha publicado Sonetos vegetales (Badajoz, 1996), Seis sonetos para un mismo amor (Málaga, 1998), Tiranía del viento (Algeciras, 1999), Cancionero del Tinto (Sevilla, 2006), o Habitante del Bosque (Huelva, 2007).

Memoria, esencialidad y compromiso ético son los pilares sobre los que se asienta la obra de este poeta necesario, que siempre se alza desde la emoción y desde la honda y a veces desolada mirada del mundo, mediante una voz original en la que se entreveran el amargor existencial y la ternura, sostenidos ambos sobre la fértil matriz de la memoria. Juan Delgado era junto con  Francisco Garfias y José Manuel de Lara, el gran poeta vivo de Huelva. El pasado mes de enero el Centro Andaluz de las Letras le rindió un homenaje en la Biblioteca de Huelva.

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