Cultura

"Para ser bueno en algo hay que pasar necesidades"

Acompañada por la Symphonic Film Orchestra de Madrid y del coro Nur, Mónica Naranjo comparece ante el público, desde el pasado 14 de Mayo, más desnuda -musicalmente, se entiende- que nunca. Así, la pantera de Figueras, muestra su lado más sensual, tierno y hasta estremecedor a través de un recorrido por los grandes éxitos de su carrera bajo una óptica muy distinta a lo que, hasta ahora, nos tenía acostumbrados. Con la batuta en su mano de su propio destino, nunca mejor dicho, esta singular intérprete -dotada de una de las voces más impactantes de nuestro país-, sigue dispuesta a disfrutar, y a hacer disfrutar, por supuesto, a quienes confían en su diferente forma de entender la vida.

-¿Cómo ha resultado el cambio de unos temas como 'Desátame' o 'Europa' a esos nuevos arreglos orquestales?

-Cuando una canción la compones a piano, es difícil que no puedas adaptarlo a lo sinfónico. Fue más complejo tomar la decisión que materializarla. Para mí supone un cambio de registro, volver a la formación de mis orígenes. Aparte, usas partituras y todo es más disciplinado. Aquí cualquier error, se nota. Con una banda de rock, no tanto. Por otro lado, hacía mucho que el proyecto me apetecía. Lo que pasa es que no me sentía apoyada. Tras siete años de silencio, he regresado con la intención de emprender todo lo que me ilusione. Si siguen las trabas, me iré con la música a otra parte. Trabajo por el arte, no por el negocio.

-¿Qué tal se ve a sí misma en estas tesituras?

-Mejor que nunca. Es otra historia. Todo va más tranquilo, es más gratificante. Cualquier gesto, risa o emoción se contagia. Pensaba que había sentido toda clase de estímulos en escena pero me equivoqué. Lo más fuerte lo estoy viviendo ahora.

-¿Es consciente de en qué espacio va a actuar en Sevilla? (Auditorio Rocío Jurado)

-(Emocionada) Sí… Claro que sí. Sabía que alguien me lo iba a preguntar…

-¿Y cuál es su opinión?

-Para quienes la hemos querido, se nos hace difícil. Muchos recuerdos, sensaciones, nostalgia… Como compañera era un diez y, como mujer, no hay numeración. Toda ella era única, un ser fuera de la norma.

-¿Le dedicará algo?

-Esperemos que salga bien. Sería la mejor ofrenda. Además, si está a mi lado, no habrá problemas.

-Hay quien dirá que, lo único que le faltaba a Mónica Naranjo para ser una diva "total" es una orquesta detrás…

-Si al personaje le ponemos lo de "diva", le va. La persona está más alejada. El personaje seguirá creciendo pero, la persona, tiene metas como no volver a perder más la salud. Hice esa promesa y la estoy cumpliendo. Lo importante es disfrutar de mi hijo, de mi matrimonio y de los principales pilares de la vida. El trabajo es trabajo y carece de mayor trascendencia.

-Siempre pienso lo madura que resulta a pesar de lo joven que es...

-(Risas) Bueno, claro. La edad no tiene nada que ver… A algunos, las cosas que le pasan le obligan a pensar de otra manera.

-¿Es necesario, para ser buen artista, haber pasado hambre?

-Para ser bueno en algo hay que pasar necesidades. Valoras más las cosas. Eso te da fuerzas, te obliga a no querer quedarte donde estás. Si hubiera venido de una familia acomodada, no estaría aquí. Los míos no podían y tuvieron que sacarme a mí adelante en un pueblo fronterizo donde las cosas no eran complicadas, sino imposibles. Eso me enseñó a no convivir con el miedo.

-Y, habiendo conseguido sus sueños, siendo un referente de éxito, ¿qué táctica ha empleado para su propio núcleo familiar?

-Más que de éxito, que me parece frívolo y vulgar, me considero alguien realizada. Desde que mi niño era pequeño he intentado involucrarle que esto es una profesión como otra cualquiera y que, por grandes que fueran quienes venían a casa, eran compañeros. En estos momentos tiene una edad adolescente y, cuando no estudia, trabaja. Si quiere un ordenador, debe ganárselo. Cuando vienes de abajo, intentas que tus hijos se lo curren.

-Por cierto, su presentación sevillana coincide con el 'día del orgullo gay'… ¿Alguna vez ha afirmado que le gustaría serlo?

-Lo que he comentado es que, si hubiera nacido chico, me hubiera encantado ser homosexual. De hecho, los artistas más grandes lo han sido o lo son. Hay que seguir apoyando a la causa y defender derechos que son humanos.

-¿Qué faceta mostrará para la cita sobre la que conversamos?

-La más vulnerable. Es una Mónica que se lamenta y no lo esconde, no se lo come. Sufre por todo aunque, tranquilidad, acaba bien… (risas).

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