El Festival de Cine Iberoamericano iniciará una nueva etapa después de que su patronato forzase la marcha de Pedro Castillo, quien dirigió las dos últimas ediciones de la muestra. En la reunión que las cuatro administraciones públicas que componen el órgano rector del festival (el Ayuntamiento de Huelva, la Diputación Provincial, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) celebrarán a partir de las 13:30 de hoy, se propondrá el nombramiento del nuevo director.

Según pudo saber hace unos días Huelva Información, serán dos los directores que estarán al frente del festival: el tándem compuesto por Guillermo Rojas como director ejecutivo y por Manuel H. Martín como director artístico. Será el Ayuntamiento el patrono que haga la propuesta, aunque ésta ha sido consensuada previamente y cuenta con el visto bueno del resto de administraciones.

Guillermo Rojas, nacido en Córdoba, llegó a la muestra onubense de la mano de Eduardo Trías, quien dirigió el Iberoamericano entre 2006 y 2014. Con un perfil muy técnico, el actual productor de Dos de Catorce Producciones conoce bien el festival de cine, donde su tarea se centró en la programación de cortometrajes y trabajó como asistente de dirección y como analista de proyectos del foro de coproducción. En total estuvo en nueve ediciones, entre 2007 y 2015, abandonando la muestra poco antes del inicio de la última edición.

Rojas -productor y guionista de cine y televisión con experiencia en la industria- ha trabajado en varios festivales de cine en distintos departamentos. Fue miembro de la junta directiva (tesorero) de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (Asecan) entre 2012 y 2015. También trabajó un año en el departamento de relaciones públicas del Festival de Cine Europeo de Sevilla.

El director onubense Manuel H. Martín, de 36 años, no ha trabajado en la muestra, aunque conoce muy bien el medio. Fundador de la productora La Claqueta junto a Olmo Figueredo, fue jurado en Huelva en la Sección Oficial de Cortometrajes en 2013 y del Certamen Joven de Cortos Desencaja del Instituto Andaluz de la Juventud un año después. Ha presentado varios de sus proyectos en el Iberoamericano. El onubense obtuvo el Premio IAJ Desencaja al Mejor director y Premio RTVA a la Creación Andaluza en el Festival Iberoamericano de 2011 por su cortometraje El defensor.

Martín se ha llevado dos galardones destacados por La vida en llamas, su último documental, sobre la brigada de élite contra incendios forestales: el Gran Premio del Jurado, en el XXV Sunny Side of the Doc, de La Rochelle, en Francia, y la Mención Especial del Jurado en el XXII Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente, en Barcelona. Optó, además, a la nominación al Goya en siete categorías y la cinta se exhibió en Huelva.

También fue nominado al Goya al Mejor Largometraje Documental en 2012 por la cinta 30 años de oscuridad, documental que se exhibió en el Iberoamericano. También fue galardonado por Bécquer desconocido con el Premio Asecan al Mejor Documental 2010. Además de las labores de dirección, como productor ejecutivo colaboró en el corto de animación Alfred & Anna (2012), de Juanma Suárez, nominado a los Goya ese mismo año.

Durante una entrevista concedida a este periódico hace tres meses, Manuel H. Martín aseguraba que su "espinita clavada" era "liderar un gran proyecto en Huelva", donde hay un sector incipiente al que "hay que darle un empujón". "Tenemos potencial y estamos en un momento ideal para aprovechar", señaló entonces.

El patronato del Festival de Cine Iberoamericano apostará por un nuevo modelo. La dirección tendrá un perfil más técnico y la gestión económica estará más fiscalizada internamente. De momento se llevará a cabo una auditoría interna para conocer la salud económica de la muestra tras su última edición.

La relación contractual con Castillo finaliza el próximo domingo. El pasado 12 de febrero, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, recibió (en calidad de presidente del patronato de la muestra) una carta de Castillo anunciando su renuncia a prorrogar su contrato.

En diciembre el patronato del festival decidió que no seguiría al frente del certamen tras una gestión marcada por enfrentamientos directos con algunos miembros del propio patronato, proveedores, trabajadores, patrocinadores y periodistas.

Durante una reunión solicitada por el propio Castillo, el regidor le ofreció "una salida digna y honrosa", consistente en una renuncia pactada al entender Castillo que no se le iba a renovar el contrato. Este extremo se materializó justo quince días antes de que finalizara el acuerdo laboral, periodo que marca la ley para rescindir un contrato de alta dirección.