Cultura

Raphael sigue siendo aquel

  • El artista revisó 36 temas de su repertorio con la Sinfónica Provincial de Málaga La Merced, atestada y en pie ante la fuerza y entrega del linarense

"No estoy cansado y tengo decidido retrasar el final. Ahora puedo decirlo más alto, pero no puedo más claro. Que todo lo que en el mundo yo he amado es una canción, un teatro y a ti". Con la visceral declaración de intenciones que Bunbury revela a los cuatro vientos en su tema Ahora, un potente Raphael se subió a las tablas en la fresca noche tras una breve introducción musical.

El niño de Linares cumplió lo prometido: salió a matar en una abarrotada Plaza de Toros de la Merced de la capital onubense, donde el respetable se rindió ante la nueva revisión que el artista hizo de las joyas de la corona (así las denominó él) de su extenso y reconocido repertorio. Una propuesta denominada Raphael Sinphónico.

Hasta cinco generaciones atestaron el coso, donde no cabía un alfiler. Se vendieron todas las entradas, 3.220, según la organización. Generoso y entregado, el artista, acompañado por la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, se mostró en estado puro.

En la realización de su sueño, el de recorrer España y el mundo con orquestas sinfónicas, Raphael interpretó ayer en Huelva junto a la formación malagueña temas tan emblemáticos como Digan lo que digan, Como yo te amo, Mi gran noche o Qué sabe nadie, piezas que brillaron más aún si cabe en clave sinfónica.

Himnos, todos ellos, incluidos en el repertorio de 36 temas cuidadosamente seleccionados y con los que Rafael Martos puso en pie a la legión de fans que siempre le acompaña allá por donde actúa.

El artista, durante cerca de tres horas, brindó su esencia ensalzado por la batuta de Rubén Díaz, que sacó lo mejor de la sinfónica. Los 54 músicos y el director acompañarán al cantante y actor hasta diciembre en sus conciertos, concretamente hasta la actuación programada para el día 19 de ese mes en la capital hispalense.

La simbiosis entre los músicos y el artista en el concierto de ayer, el primero en el que actuaron juntos, fue evidente. Para ellos, tal y como aseguró horas antes del concierto en Huelva Díez, es "todo un lujo actuar junto a unos de los artistas históricos del país, una auténtica leyenda".

En la tarde de ayer, Raphael y la orquesta ya ensayaron y comprobaron que todo ensamblaba sin problemas. Al respecto, el artista ya explicó a este periódico que toda orquesta sinfónica, a la primera o la segunda, sabe perfectamente sacar adelante un concierto de esta envergadura, lo cual facilita mucho el trabajo.

Además, Rubén Díaz, que también acompañó a Raphael en el concierto que grabó el 22 de julio en el Real junto a la Orquesta de RTVE, destacó la ilusión y el descubrimiento que para las orquestas supone el hecho de que algunas canciones que en principio no se tienen tanto en cuenta suenan más tarde "fantásticas", una vez reformuladas en clave sinfónica.

Junto a la orquesta, acompañado por un piano en dos canciones o con guitarra en otras cuatro, Raphael cerró un concierto redondo en el que conectó con el público desde el primer momento. Sus canciones hablaron por él, aunque a viva voz dejó claro que "nos vamos a ver muchas veces; todas las que ustedes quieran que yo venga aquí voy a estar".

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