cRITICA DE FLAMENCO

Las academias actúan en su Peña Flamenca de Huelva

Los cuadros de las academias de cante y toque actuaron en la Peña Flamenca como despedida del primer ciclo flamenco.

El presidente, Eduardo H. Garrocho, abrió el acto y saludó a artistas como el tocaor Carmelo Picón y el cantaor Antonio Rodríguez Jaraqueño. Recordó que el viernes próximo la cita es en la Tertulia Las Colonias, con el cuadro grande de cante, devolviéndole la visita que nos efectuaron el día 15. Es una efemérides importante por el 25 aniversario de su creación. Habló de la caseta de Colombinas de la Peña, que este año tendrá un nuevo emplazamiento. Volviendo a las academias, Eduardo H. Garrocho elogió la superación que día a día están consiguiendo, llegando en la actualidad a un alto nivel.

Ángel Romero actuó de maestro de ceremonia hasta su terminación, que fue a las 02:00. Así fue presentando uno a uno a todos los participantes de la academia de guitarra, empezando por Rubén Gómez, con solo de bulerías, siempre con la supervisión del maestro Antonio Dovao. Una joven María Lazpita, por farrucas. Antonio Moreno, por cantes de ida y vuelta, guajira. Ramón de Malpica por verdiales, que realizó de forma magistral, haciendo que el numeroso público que llenaba por completo el salón le diera una sonora ovación. Apunta muy alto este joven alumno que, en palabras de Ángel Romero, en poco tiempo podría ser una guitarra famosa.

Y así se iban sucediendo los jóvenes alumnos tocaores para pasar a los mayores, Antonio Giménez, Carlos Ruiz, Sebastián Carrasco , Joaquín Ruiz , que hacen su entrada con seguidillas bíblicas alosneras, la madre de las sevillanas, con la voz de Eduardo H. Garrocho que supo ponerle el broche del buen gusto. De nuevo, otro grupo formado por Francisco Escaño, Andrés, Gerónimo y Manuel, también veteranos, pero sin cante siguieron con jotas de Encinasola y fandangos, para terminar con una alusión al recientemente fallecido Onofre López, con una composición suya, Del color del caramelo... Terminada todas las actuaciones de toque, se les hacen entrega de los diplomas.

En la segunda parte, Ángel Romero, acompañado del profesor de cante Mario Garrido, presentaron a los alumnos de las academias de cante. La primera Pepa Farelo, acompañada por Joaquín y Sebastián, que le recuerda a la Niña de la Puebla, cantando por bamberas y fandangos de Calañas. Le siguió Cinta Pérez La Copito, acompañada por Curro y Sebastián, con cantiñas y fandangos de Rengel. Caridad Vázquez, acompañada por Carlos Ruiz, otra alumna veterana que ya nos tiene acostumbrados a oír sus granaínas, que es imposible hacerlas mejor, y termina con dos fandangos, de Cepero y Rebollo. Para pasar el turno a dos niñas de muy corta edad, que acompañadas por la guitarra de Ramón el de Malpica, María Valles, y Soledad Núñez, conocida como La Aljaraqueña, que con un desparpajo impropio de su edad, siete años, interpretó varios estilos de fandangos, Valverde, El Cerro, Santa Bárbara para darle el turno a su compañera que con total soltura se atrevió por fandangos de Alosno, Manolillo El Acalmao, Juan María Blanco, y María La Conejilla. Resultó la nota emotiva y ambas cosecharon un gran aplauso.

No terminaba la noche, Laly Rodríguez, acompañada por Antonio Giménez, cantó por soleá de Triana y fandangos de Valverde, El Cerro y Cabezas Rubias, Mari Ángeles Ruiz, acompañada por Carmelo y Dani, por tientos tangos y tres fandangos de distintos estilos de Antonio Rengel.

Al concluir Mari Ángeles, un espectador solicita al presentador que cante algo, y así lo hace Ángel Romero, con un fandango natural que provocó los olés y aplausos lógicos.

Siguieron los alumnos Esperanza Hurtado, acompañada por Joaquín y Sebastián, por alegrías y fandangos y Vicente Delgado, que acompañado por Joaquín y Sebastián, cantó bulerías y fandangos.

La nota simpática de la noche la puso el alumno de origen marroquí, Rachid, apodado el Niño de Marruecos, que, acompañado por la guitarra de José Enrique, empezó por peteneras y terminó por fandangos de la tierra. Al igual que sus compañeros, merecidamente, con el público puesto en pie, se le ofreció un largo aplauso. La percusión estuvo a cargo de Kike Allepuz y las palmas en Mario Garrido y Antonio Dovao.

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