Han permanecido en tierra de nadie desde principios de 2006, cuando dos sociedades -la entidad rusa Arkhangelsk Trawl Fleet (ATF) y la mauritana Societé de Promotion de la Peche (SPP)- se enzarzaron en un pulso por su propiedad en los tribunales que inmovilizó a los dos buques en el Puerto de Huelva con cerca de una treintena de tripulantes a bordo.

Cinco años después, el Widad 2 y el Widad 3 (rebautizados de nuevo con sus nombres en ruso) están a punto de levar anclas. Ayer, la Autoridad Portuaria y Capitanía Marítima confirmaban que una vez que el juzgado levantó el embargo que pesaba sobre los buques, nada los ata ya a Huelva. "Ha llegado el momento de que se retiren", indicó el capitán marítimo, Luis Dacal.

El litigio que ha forzado el atraque estos años, ha oxidado los buques y los ha dejado casi a la puertas del desguace, acabó concediendo la propiedad a la compañía rusa (la resolución judicial llegó hace un año aproximadamente) pero ha sido en los últimos meses cuando han comenzado los movimientos para abandonar el Puerto onubense, algo que se hará en dos tiempos. La próxima semana, el primero de los buques abandonará Huelva remolcado y será trasladado a Algeciras (Cádiz) para someterlo a una puesta a punto que permita su navegabilidad. El mismo camino seguirá más tarde -de momento no hay fecha cerrada- el segundo de estos barcos.

De hecho, el capitán marítimo de Huelva señaló que la firma rusa ya ha presentado de forma oficial el proyecto para su traslado al puerto algecireño y que los inspectores de Capitanía Marítima se han personado en distintas ocasiones en el Muelle Sur en el que se encuentran para revisar "si cumplen con las condiciones técnicas", inspecciones que seguirán en los próximos días hasta confirmar que se dan los requisitos. Además, la autoridad ha presentado a la propietaria un listado de elementos y actuaciones que considera "imprescindibles" para que los barcos puedan ser remolcados hasta la costa gaditana. "La empresa está dando respuesta a todas las exigencias que Capitanía Marítima les está trasladando", afirmó Dacal.

Aunque en un principio, la tripulación rondaba la treintena de personas (entre ciudadanos rusos y ucranianos), durante estos años ha tenido a bordo entre 12 y 17 marineros por razones de seguridad, presencia que se ha ido renovando, de forma que los grupos de tripulantes han ido rotando. En todo momento, desde que los buques quedaron amarrados, la tripulación ha tenido garantizado el suministro de víveres y alimentación e incluso llegó a instalarse un depósito de agua para el abastecimiento de los barcos. En este litigo, ha habido dos versiones. Según explicó en su día la mauritana Societé de Promotion de la Peche, se hizo con los buques en pública subasta, dentro de un proceso seguido en su país. Los buques salieron a subasta, dijeron, precisamente por las deudas que arrastraban la anterior propietaria.

La entidad rusa (anterior dueña y la que finalmente se ha quedado con los barcos) procedió al embargo de los mismos en contra de la sentencia dictada por los tribunales de Mauritania, señaló la sociedad cuando se conoció la retención de los barcos en Huelva. Primero lo hizo en Las Palmas con uno de los barcos y luego en Huelva, ante el Juzgado de lo mercantil (con el Widad 2 y Widad 3), alegando que aún era la propietaria de los buques.

Posteriormente, la autoridad judicial dejó sin efecto el embargo sobre el Widad 1 mientras que el procedimiento respecto a los barcos retenidos en el Puerto Sur de Huelva se encontraban en curso.

La sociedad SPP rectifica de esta forma la versión que, por su parte, había ofrecido un portavoz de la Embajada de Rusia y constata los datos facilitados por fuentes de la Autoridad Portuaria de Huelva (APH), que señalaron que los buques habían sido embargados por un juzgado y que tanto el Puerto como Capitanía Marítima daban cumplimiento a la orden.

El jefe de la Sección Consular de la Embajada de Rusia señaló en 2006 que dos personas habían sido detenidas por el robo de los buques, sobre las que además pesaba un presunto delito de estafa, y que se encontraban en libertad bajo fianza, declaraciones desmentidas por la propietaria.