Provincia

Tres miembros de una familia onubense pierden la vida en la A-4

  • Los fallecidos son un niño de ocho años y sus abuelos · El turismo en el que volvían de Zaragoza volcó tras intentar esquivar a un perro · La conductora y otro de sus hijos, de 13 años, resultaron heridos leves.

La fatalidad regresó ayer a Huelva en las primeras horas del Día de los Difuntos, con nocturnidad y alevosía. Cinco miembros de una familia onubense -una mujer, sus dos hijos y sus padres- regresaban del viaje que habían emprendido durante el puente de Todos los Santos a Zaragoza. El motivo, hacer una ofrenda a la Virgen del Pilar para que mejorara la salud del mayor de los viajeros, Antonio Silvera Redondo, de 72 años, que era devoto de la imagen mariana.

La tragedia se cruzó en el camino del turismo en el que viajaban a la 01:10, en el kilómetro 461 de la A-4, a la altura de la localidad de Écija y en sentido Sevilla. En ese preciso instante, un perro invadió la carretera y la conductora, Teresa Silvera, de 44 años, trató de esquivarlo dando un volantazo, según relató ella misma al Equipo de Atestados de Tráfico de la Guardia Civil de Écija. Esto motivó que el automóvil se saliera de la vía por el margen izquierdo, chocando contra el talud de la mediana y volcando.

El siniestro se saldó con la vida de Antonio Silvera; su mujer, María del Carmen Piñeiro Candamil (68 años), y el nieto de ambos, Víctor Jesús Delgado Silvera, de ocho años. Los otros dos ocupantes, Teresa Silvera -hija y madre de los fallecidos- y otro de sus hijos, de 13 años, resultaron heridos leves y fueron ingresados en el hospital de alta resolución San Sebastián de Écija, donde fueron dados de alta en torno a las 05:00.

Los cuerpos sin vida de los tres fallecidos fueron trasladados al tanatorio de Sevilla, donde se les realizó la autopsia. Decenas de familiares y allegados se trasladaron hasta la capital onubense para arropar a los supervivientes de este lance y llorar a los suyos.

En torno a las 16:15, el cortejo fúnebre puso rumbo a Huelva, de donde son naturales las víctimas. Concretamente, el matrimonio fallecido había vivido toda la vida en el barrio de La Guita -aledaño a Isla Chica-, aunque desde hace un lustro residía en el municipio de Aljaraque junto con su yerno. El alcalde de la localidad, José Martín, aseguró ayer que el accidente ha sido "un mazazo" para los aljaraqueños, por lo que se han decretado tres días de luto oficial. La conductora y sus dos hijos estaban empadronados en la capital y eran vecinos de la Plaza Houston.

Eran las 17:45 cuando los vehículos que portaban a los fallecidos hacían su entrada en el tanatorio Atlántico de Huelva (el nuevo). Una hora más tarde, el alcalde de la capital, Pedro Rodríguez, se acercaba hasta el tanatorio para mostrar su apoyo a la familia Silvera Piñeiro. "Como alcalde, no me queda otra cosa que compartir con ellos ese dolor y transmitirles el cariño de los onubenses", señaló. Un equipo de psicólogos del Ayuntamiento de Huelva presta ayuda desde ayer a los supervivientes del suceso y sus allegados, duramente golpeados por la tragedia.

La presidenta de la Diputación de Huelva, Petronila Guerrero, mostró también su "profundo pesar y dolor" por el resultado fatal del accidente y trasladó a la familia de los fallecidos sus condolencias, ofreciéndole su apoyo en "estos terribles momentos por los que están pasando". A su juicio, el hecho de que todos los desaparecidos pertenezcan a un mismo núcleo familiar supone que "el dolor es mayor aún" y, sobre todo, que entre las víctimas haya un niño de tan sólo ocho años hace que "todo esto sea mucho más cruel y duro".

El funeral por Antonio Silvera, María del Carmen Piñeiro y Víctor Jesús Delgado Silvera se oficiará hoy, a las 13:00, en el tanatorio nuevo de la capital de Huelva. Posteriormente, serán incinerados en el cementerio de La Soledad.

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