La precaria situación por la que atraviesa la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Infanta Elena, trasladada de forma provisional a las antiguas Urgencias por obras en sus instalaciones, durará meses. La actuación está obligando a que los pacientes necesitados de este tipo de atención estén siendo ubicados en otras áreas del hospital. Pero además, los profesionales de este centro sanitario denuncian que el lugar en el que se ha situado la UCI provisional "no reúne condiciones, lo que obliga a que el personal tenga que realizar su actividad en condiciones no idóneas", según la presidenta de la junta de personal, Paloma Ergueta.

La situación ha sido calificada desde el ámbito sindical como tercermundista y difícilmente validable por Riesgos Laborales. Además, Ergueta explicó que "los boxes no cumplen las condiciones necesarias de aislamiento, por lo que crece el riesgo de contagios".

Esta difícil situación por la que está atravesando la UCI durará meses, ya que las obras que en principio se previó que se prolongarían durante 15 días, aumentarán su duración por las malas condiciones en las que se encuentra la zona. "En principio era sólo cuestión de cambiar el suelo de los boxes, después se comprobó que la reforma daba para más, ya que hay que cambiar el sistema de aire acondicionado y por lo tanto, del sistema integral de climatización", apuntó la presidenta de la junta de personal.

Se trata de una zona que no se ha tocado desde que se levantó el edificio hace ya una treintena de años. El deterioro de la UCI ha pillado por sorpresa a los responsables de la Sanidad ya que los trabajos han disparado el presupuesto inicial y ahora es difícil encontrar fondos para costear todo el trabajo requerido.

Al no ralentizarse la actividad quirúrgica, la necesidad de uso de la UCI tampoco baja. Si en su lugar habitual la unidad tiene siete plazas, la dotación se ha visto reducida a cuatro. Aunque se previó el traslado de pacientes a la UCI del Juan Ramón Jiménez, la saturación de enfermos que suele darse en el otro hospital de la ciudad ha provocado que los del Infanta Elena sean diseminados por diferentes unidades.

La junta de personal hizo en su momento una propuesta para que la UCI, así como los nuevos quirófanos y el paritorio, fueran situados en la zona superior a las nuevas Urgencias, que finalmente se ha destinado a salón de actos y usos administrativos: "Queríamos que estas nuevas instalaciones fueran usadas por los servicios que se encuentran en una situación más precaria".

La junta sigue apostando por un nuevo lugar para la UCI, aunque el proyecto de la dirección del Infanta Elena pasa por ampliarla en su lugar habitual a costa de Microbiología, que tiene como destino fusionarse con el laboratorio del Juan Ramón Jiménez. La falta de fondos para estos proyectos y obras hace que "aunque desde la dirección nos insisten en que los trabajos en la UCI siguen adelante, nosotros percibamos que todo está muy parado", añadió Ergueta.

La preocupación del personal que desempeña su labor en la UCI hace que el comité de Seguridad y Salud, que se reunirá el día 8, dirija una pregunta a la dirección del hospital para saber si se ha hecho una evaluación inicial de los riesgos en la zona habilitada como UCI provisional.