Huelva

Parón en la Cuenca Minera y poca incidencia en el resto de la provincia

  • El 95% de los trabajadores municipales de Lepe secundaron la protesta y en Almonte, el 5% · Polígonos industriales a medio gas en Riotinto · La flota, dividida ante la protesta · Los agricultores fueron al tajo

Los quinientos trabajadores municipales de Lepe (25.000 habitantes) secundaron ayer la huelga de forma masiva. Por contra, los más de mil que conforman la plantilla de Almonte (21.400 habitantes) no llegaron ni al 5% de seguimiento. El primer pueblo está gobernado por Manuel Andrés González (PP) y el segundo por Francisco Bella (PSOE). Son los dos extremos, confirmados por el Consistorio marismeño y el presidente del comité de empresa (UGT) lepero, Anselmo Pérez Maestre, de una huelga que va por barrios y por comarcas en la provincia. Máximo seguimiento en la Cuenca Minera, la zona más castigada por el paro y con todas sus grandes empresas cerradas o en crisis. La huelga apenas se notó en la Sierra, en El Condado y en El Andévalo. En la comarca serrana porque las grandes industrias cárnicas aún no han comenzado las matanzas. En el campo, Asaja cifra el seguimiento en un 8% y la flota pesquera se sumó al paro obrero en Isla y salió a faenar en Punta, los dos grandes centros pesqueros.

CC OO y UGT resaltaron, por su parte, un amplio seguimiento en la provincia que fue visible en las empresas cárnicas y hortofrutícolas, como Río Tinto Fruit, Citrícola del Andévalo o la conservera Usisa, donde se acordaron servicio mínimos.

La Cuenca Minera secundó ayer de forma mayoritaria la jornada de huelga general prevista para el 29 de septiembre en la que a falta de grandes empresas, ya de por sí bastante castigadas por la crisis, las pequeñas y medianas empresas fueron las protagonistas al mantener cerrados todo tipo de establecimientos comerciales, desde bares hasta peluquerías, pasando por tiendas de comestibles, moda, joyerías, etc.

A excepción de los servicios mínimos establecidos en materia sanitaria y educativa, y el normal funcionamiento de gasolineras y grandes superficies comerciales, así como de varios negocios puntuales, como la ITV de Zalamea la Real o el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva, sensiblemente afectado por el escaso tránsito de mercancías circulante, el ambiente fue muy similar al de cualquier jornada dominical.

También permanecieron cerrados la inmensa mayoría de los negocios que aún se mantienen a duras penas en los polígonos industriales de la comarca, desde Nerva hasta Zalamea la Real, pasando por Minas de Riotinto. Las naves de estos núcleos empresariales permanecieron con los cierres echados durante toda la jornada de huelga.

En los núcleos comerciales de las localidades mineras también podían observarse las calles desiertas, únicamente salpicadas por varios niños montando en bicicleta como si todavía disfrutaran de las vacaciones de verano y algún que otro vecino en busca de un bar donde tomarse una copa .

En la Sierra sólo se visualizaron incidencias y presencia policial en el polígono industrial Cantalgallo, de Aracena. Los colegios no tuvieron incidencias en Primaria pero sí las hubo en la educación de bachillerato.

Los pequeños comercios de la comarca abrieron sus puertas aunque aminoraron sus horarios habituales.

En los pueblos de la Costa, la jornada de protesta no tuvo especial incidencia y en Punta Umbría se notó más en el colegio Santo Cristo del mar. Los que sí notaron cierto desabastecimiento de mercancías y productos frescos fueron los mercados populares.

En cuanto a la cofradía de pescadores y a la lonja cabe destacar que la flota de cerco está en parada biológica y la de arrastre comienza en noviembre. Los barcos y los marineros locales no se sumaron al paro convocado por los sindicatos.

En Cartaya, donde la jornada de huelga coincidía con la inauguración de la Feria, la polémica se salvó con un paseo de gigantes y cabezudos en vez del acto oficial.

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