Las tardes del verano aracenense han sido más divertidas para los pequeños gracias a la escuela de mini fútbol creada por el Patronato Municipal de Deportes este año, con la idea de dar otra alternativa a los pequeños durante la época estival además de otras propuestas en el polideportivo por la mañana.

El club de la Unión Deportiva Medina Arsena, junto al propio patronato, poseen durante la temporada liguera una escuela de fútbol base que juega frente a escuelas de pueblos cercanos con el único objetivo de una formación y educación deportiva. De ahí que este verano se haya reducido la edad en la inscripción de los jóvenes para esta escuela de mini fútbol y en un futuro puedan formar parte del club.

Dos días a la semana hubo en el campo municipal de fútbol de San Jerónimo unos cincuenta niños, y alguna que otra niña, pasando las tardes del verano bajo el deporte rey con actividades divertidas fomentando el juego limpio, la deportividad y la participación de todos. Por supuesto, el momento más esperado era siempre al final de cada actividad, donde jugaban partidillos entre ellos.

En concreto el campo de césped artificial se dividía en tres mini campos de fútbol 7 con tres partidos a la vez formados por seis conjuntos de niños. La estampa era curiosa con una amalgama de equipaciones, zapatillas deportivas y calzonas. El motivo ha sido la celebración de una liga interna entre ellos mismos donde se autoarbitraban y llevaban el resultado final.

Pese a todo, los jóvenes desean jugar sus partidos y demostrar su habilidad, donde el pique entre ellos y la competitividad a veces son inevitables. Sin embargo, la dirección del monitor José Alonso Romero Cano, entrenador del senior masculino del Medina Arsena, cadete y escuela de fútbol base, está centrada en los principios del fomento del deporte y la igualdad para todos. Además, se ha querido que los entrenamientos estuvieran basados en cuestiones técnicas y principios básicos del fútbol. En todo momento ha recibido la ayuda del jugador del cadete Alejandro Alcaide para así facilitar el trabajo con tantos niños.

Incluso el campo contaba con varios espectadores de excepción como padres, abuelos y conocidos dispuestos a apreciar la evolución de los chicos. Entre ellos las conversaciones de las zapatillas, equipaciones, mejores entre ellos y el habitual pique entre las aficiones personales de equipos de cada uno eran una constante.

El último día el campo de fútbol era una fiesta y hubo momento para la diversión, la sorpresa inesperada de golosinas preparadas por el mister y, como no, más de un partido de fútbol entre ellos. Ahora la temporada 2010 - 2011 para la escuela de fútbol base está a punto de iniciarse y la escuela de mini fútbol del próximo verano tendrá que esperar, eso sí, teniendo el éxito asegurado.