-Un sondeo realizado por el Centro de Investigación Social Onubense para Huelva Información indicó recientemente que la contaminación es el principal problema para los ciudadanos de la capital. ¿Le sorprende?

-No, aunque no creo que responda a una situación real. Me explico. En Huelva se da una situación paradójica en referencia a la contaminación. La ciudadanía de Huelva siente la ciudad como una urbe industrial y apoya las actividades de las fábricas, pero simultáneamente manifiesta su preocupación por la contaminación. En las últimas décadas se ha avanzado muchísimo en materia de corrección de vertidos y de emisiones atmosféricas, de tal manera que la ciudad goza de una gran calidad ambiental.

-Esa paradoja se manifiesta en la cercanía entre las industrias y el paraje de Marismas del Odiel.

-Así es. Creo que hay una percepción más psicológica que real del onubense sobre la contaminación. Es lógico porque en los años 80, la contamimación era un problema grave para la ciudad.

-¿Y el futuro de las industrias de la avenida Francisco Montenegro? ¿Deben mantenerse o, como sugiere el Ayuntamiento de Huelva, deben ser trasladadas?

-No creo que haya que renunciar a que haya un enclave industrial en Huelva, pero hay que apostar por un nuevo modelo como el que se está impulsando en Aljaraque con el Parque Tecnológico.

-¿La convivencia de la industria y la ciudad es posible?

-Es posible y, de hecho, se está construyendo un Paseo Marítimo que, junto con el Estadio Colombino, va a contribuir a ello. No veo que sea incompatible la actividad industrial con la ciudad, aunque quizá en el futuro tenga un modelo distinto, como lo demuestra el cese de los vertidos de fosfoyesos.

-¿Teme el impacto ambiental de los proyectos mineros en marcha y de otros ya proyectados en la provincia?

-Huelva ha sido a lo largo de la historia una provincia minera, marinera, industrial… Siempre y cuando se tenga un respeto escrupoloso por el medio ambiente no habrá inconveniente para el desarrollo de las explotaciones existentes y de otras nuevas. Las explotaciones mineras del S.XIX no tienen nada que ver con las de hoy en día.

-La Estación Biológica de Doñana ha planteado la construcción de una desaladora en Matalascañas para garantizar el abastecimiento sin tocar los acuíferos. ¿Es una posibilidad?

-El uso de las nuevas tecnologías nos debe permitir tener una visión amplia con la naturaleza y lo que sea viable no hay que descartarlo. De ahí a decir que vamos a hacer una desaladora en Matalascañas hay un trecho.

-También está el condicionante presupuestario.

-También, está claro.

-¿Cuál es la situación del Plan de Regadíos de Doñana? ¿Hay recursos para lograr agua sin que sea a costa del Acuífero 27?

-Se está caminando por el buen sendero, haciendo un inventario de los recursos y un diagnóstico de la casuística de cada lugar. En la última reunión del órgano de participación ya se ofrecieron conclusiones sobre las aportaciones del río Agrio y de otras aguas superficiales que van aliviar mucho la situación de los acuíferos. Es un reto: los departamentos de Agricultura, Obras Públicas y Medio Ambiente estamos haciendo un gran esfuerzo para garantizar el futuro de la corona forestal.

-¿Y el trasvase del Chanza al Condado?

-Estamos convencidos de que la aportación de 4,9 hectómetros cúbicos desde el Chanza a la zona del Condado ofrecerá plenas garantías al abastecimiento de esta importante comarca. Indudablemente, esta iniciativa repercutirá sensiblemente en la conservación del Espacio Natural de Doñana. No en vano aliviará la actual presión que recae sobre el acuífero que nutre al parque. Contamos con el compromiso de financiación del ministerio y el proyecto ya dispone de un informe ambiental favorable. En cuanto estudiemos todas las alegaciones que se presenten, probablemente a final de verano, nos hallaremos en condiciones de licitar el proyecto.

-La presa de Alcolea está paralizada desde hace veinte años. ¿Hay plazos?

-Es una de las obras hidráulicas más importantes que se van a acometer en la provincia en los próximos años, tanto por envergadura como por movilización de recursos públicos. Una actuación de este calibre precisa de todo tipo de garantías, de ahí que nos encontremos a la espera de que el ministerio apruebe el modificado que presentamos recientemente al proyecto. En cualquier caso, en octubre comenzaremos con las obras de acondicionamiento de los accesos a la presa.

-¿Y el Canal de Trigueros?

-Esta infraestructura, complementaria a la presa del Andévalo, va a permitir que potenciemos el abastecimiento con plenas garantías de la capital y de la zona suroriental de la provincia mediante un ramal directo. El proyecto se encuentra en propuesta de definición de trazado, planteada por la consejería e Hidroguadiana, paso previo a la licitación del proyecto.

-El Andévalo está a la espera que se pongan en servicio 10.000 hectáreas de regadío.

- A partir de la buena gestión de los recursos naturales podemos proporcionar prosperidad y desarrollo a las comarcas andaluzas y, en este caso, la transformación de miles de hectáreas del Andévalo onubense en zonas productivas viene de la mano de la optimización del empleo del agua en la agricultura. Por lo que respecta a la primera fase del proyecto que corresponde a la Junta de Andalucía, y que comprende una extensión de 2.500 hectáreas, hemos sacado toda la información a exposición pública como paso previo a la elaboración del informe de impacto ambiental de las actuaciones.

-Los pescadores piden un estudio de impacto ambiental en la Ría del Piedras ante la saturación de tráfico de embarcaciones de recreo.

-El Ayuntamiento de Cartaya llevó a cabo un proyecto de ordenación del paso de embarcaciones y hay que seguir en una línea de sensatez y de respeto al entorno natural. Vamos a estar, no obstante, muy atentos a ese proceso. Ese frente litoral nos ha servido de referente medio ambiental y turístico y ese equilibrio lo vamos a preservar. La pesca artesanal debe tener su espacio.