Historia menuda

El insigne novelista Rogelio Buendía Abreu (II)

  • "Nuestro querido amigo don R. Buendía Abreu ha sido nombrado corresponsal en Huelva de la nueva revista gráfica mundial, sin nombre todavía, que aparecerá en breve"

Una vez establecido, hace vida de café en el que se reúne con la crema intelectual de Huelva y tiene el hábito de sentarse en un rincón de su librería a plasmar sobre el papel sus anhelos y sus inquietudes. Así, a lo largo de años trabaja intensamente publicando en diarios (Diario de Huelva, sobre temas colombinos y poesías; La Provincia, sobre diversos temas; El Defensor…) y revistas cuentos, poesías y leyendas. Inolvidable es el cuento, titulado El último lance (Cuento choquero), que vierte en Diario de Huelva en 1923.

Y no se limitaba sus colaboraciones a publicaciones locales, en las que firmaba sus escritos bajo el seudónimo de Filipo, ya que su calidad literaria es bien conocida en el resto del país y depositan su confianza en él. Así, en el diario La Provincia del lunes, 19 de junio de 1922, podemos leer:

"Nuestro querido amigo don R. Buendía Abreu, ha sido nombrado corresponsal en Huelva de la nueva revista gráfica mundial sin nombre todavía que aparecerá en breve. Según la impresión que tenemos de esta hermosa revista hará un verdadero tour de force en las distintas secciones de que consta".

Pero la pluma casi nunca es bien pagada y por esta razón, su máximo cuidado es que su librería marche lo mejor posible.

Y aquel establecimiento favorecido por los poetas y grato a las musas, fue la meta a la que arribaban todos los intelectuales de la provincia. Allí acude Cecilio Romero, Adriano del Valle, Casto Pino, Diego Durán 'Didacum', todos los integrantes en profesiones liberales y los escolares. En este sentido, el historiador Diego Díaz Hierro contaba en el brevísimo bosquejo biográfico que publicó en Odiel el 22 de abril de 1961, en la celebración del Día del Libro:

"… Muchas son las bellas remembranzas que tenemos de Rogelio Buendía Abreu como librero. Allí íbamos los escolares pendientes del tradicional obsequio de la estampita. Allí iban los valores artísticos de la ciudad para cambiar impresiones con el maestro y estar al tanto del movimiento literario. Todo irradiaba simpatía en aquel establecimiento donde la ancha sonrisa de Rogelio hasta la estantería repleta de novedades…".

De cualquier forma, más que un comerciante, Rogelio Buendía fue durante su vida un devorador de libros, un amante de la promoción cultural. En este aspecto, los onubenses cultos y los escritores de la Huelva de entonces debieron estar muy agradecidos a Rogelio Buendía por su apoyo incondicional. Conozcamos dos detalles que avalan este aserto. Así, en el diario La Provincia del lunes, 19 de abril de 1915 comentaba que el librero había creado y organizado una Exposición de libros:

"Como habíamos anunciado, el conocido librero don Rogelio Buendía Abreu, ha celebrado una exposición de libros de escritores de Huelva y su provincia. Esta iniciativa del Sr. Buendía es digna de los mayores elogios, ya que en la exposición mencionada, han figurado y figuran aún obras muy notables de comprovincianos y paisanos nuestros, amantes de la Literatura, que cultivan con éxito.

Es también esta exposición una clara muestra de cultura provinciana en sus múltiples manifestaciones, ya que, al lado de una obra científica, podemos admirar un libro de inspirada poesía y junto a un tomo que trata de asuntos sociales, otro de novelas, leyendas, obras teatrales. En suma, ciencia y amenidad, filosofía y crítica, drama teatral y literatura efectiva.

Figuran en la Exposición gran número de libros en cuyos detalles no entramos, por no extendernos demasiado y no disponer del espacio que necesitamos para ello.

Basta pues, detalladas firmas y por ellas podrá juzgar el lector

En primer lugar, consignar la de nuestro ilustre comprovinciano el actual ministro de Gracia y Justicia, don Manuel de Burgos y Mazo; el director del Instituto General y Técnico, don Lorenzo Cruz de Fuentes, tienen presente varias obras muy notables.

En poesía, figura una obra de Juan Ramón Jiménez, Rogelio Buendía Manzano, Juan Domínguez Fernández, Pedro García Morales, Agustín Moreno y Márquez, M. Jiménez y Fermín Requena.

En novelas y crónicas hemos visto la de Nogales, Muñoz y Pavón y Domínguez Ortiz. De Lengua, Rafael Reyes, Gastón Miterkolf Vidal y José María Pinto. En Literatura teatral, Sebastián Alonso, Cayetano Poyatos, Carlos Vargas Soto, Pepita Blanco Mora, Ezequiel Cámara y José Redondo León. Crítica, Sociología e Historia Física y Geografía e Historia, José Sánchez Mora, Antón de Olmet, Luis Fernando, Antonio López Muñoz. Silverio Escobar y Salazar, Miguel Cortacero Mirano, Braulio Santamaría y Cristóbal Jurado. Pedagogía, Arcipreste de Huelva y Manuel Siurot. Ciencias diversas, Ricardo Terrades, Emilio Rodríguez Arévalo, José García y García, Pedro Melo y Novo y Alejandro Corsi. Aún faltan otros muchos escritores provincianos que por hallarse ausentes no han podido enviar sus obras. También hay otros escritores de valía cuyos nombres podríamos citar, pero ahora no han publicado ningún libro a pesar de ser sus firmas bastantes conocidas y apreciadas por el público.

Pero, sea como sea, la iniciativa del Sr. Buendía no ha sido infructuosa, puesto que ha dado a conocer a muchos comprovincianos nuestros que con sus talentos y constancias contribuyen a poner en buen lugar el nombre de la patria chica que antes era desconocida como tales choqueros.

De la segunda muestra de altruismo por parte de Rogelio Buendía nos da cuenta la prensa local en los primeros días de junio de 1922:

"El culto escritor y librero don Rogelio Buendía (padre) para celebrar el éxito de su novela Luz ha sorteado entre todas las escuelas de la provincia y algunas de Sevilla, Jaén y Badajoz, 123 lotes de premios que serán repartidos entre los niños más aplicados.

El rasgo del Sr. Buendía está siendo muy elogiado".

El día 9 de junio de 1922, aparecían en los periódicos locales los escolares premiados.

No todo lo que escribió Rogelio Buendía tuvo el desenlace final de la publicación. En este sentido, el propio autor decía:

"Tengo escritos y preparados para su publicación los libros siguientes:

Una novela titulada Amar vence al destino. Segunda parte de mi novena Luz.

Un método de inglés en dos partes: una general y otra especial para marinos.

Un tomo titulado Muecas de la vida.

Un cuento infantil titulado Lo más fuerte, con ilustraciones en color por Rafael Cortés

Un tomo titulado Colección de cuentos.

Entre las obras publicadas, dejando en un sitio de honor de cualquier estantería el poemario Cancionero de amor (1920), por Rogelio Buendía Abreu vamos a detenernos en tres de ellas: "Luz", La Casa Grande y La señorita.

Continuará

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