Huelva

La FOE considera "una injerencia" de la UE el ultimátum por los fosfoyesos

  • Los empresarios reclaman a Bruselas que dé el mismo trato a Huelva que a otras zonas con recintos similares · Greenpeace critica que el Ejecutivo "escurra el bulto"

La Federación Onubense de Empresarios (FOE) calificó ayer de "inoportuno e imprudente" el ultimátum dado extraoficialmente al Gobierno central por la Comisión de Europea sobre el almacenamiento de fosfoyesos, al considerar que los parlamentarios europeos aún no han emitido el informe sobre el que están trabajando y que ni por parte de la empresa ni de la Administración española se ha recibido comunicación al respecto.

La FOE insta a las instituciones europeas a que utilicen la misma vara de medir en otros espacios de la UE donde se almacenan fosfoyesos con las mismas singularidades que en nuestro territorio y lamenta que la actividad industrial se siga tratando "con banalidad". Los empresarios critican además que desde la UE se pongan en entre dicho los trabajos coordinados que la empresa Fertiberia viene realizando en colaboración con los gobiernos central y andaluz, que han establecido una serie de plazos que se han ido cumplido hasta el momento, subraya.

La FOE manifiesta no entender "la injerencia" del Comisario Europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnick, porque "ni se ha puesto en contacto con las autoridades españolas ni tampoco ha esperado al documento sobre el que están trabajando los parlamentarios que visitaron recientemente las balsas de fosfoyesos. En este punto, la directiva empresarial remarca que en los recintos existentes en otros puntos de Europa se siguen técnicas semejantes a la de Huelva y, sin embargo, "no se encuentran en el centro de mira de la Comisión, por lo que exigió "un mismo rasero para todas y cada una de las actividades industriales europeas con esa particularidad".

Por otra parte, la organización Greenpeace consideró "indignante" que sea la Comisión Europea quien se preocupe del "grave problema ambiental y de salud" que supone el vertido de fosfoyesos en el estuario de Huelva, dando un ultimátum a España para que resuelva los problemas de los residuos industriales sólidos, mientras que tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía "escurren el bulto". El responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace, Julio Barea, se mostró "muy satisfecho" con el dictamen emitido por la Comisión Europea, y destacó el hecho de que reconozca que los fosfoyesos que genera la empresa Fertiberia son "residuos industriales sólidos" y no subproductos como vienen defendiendo las administraciones.

Barea, tras recordar que fue en mayo de 2008 cuando Greenpeace y WWF pusieron una queja ante la Comisión Europea al entender que el vertido de los residuos "infringe varias directivas europeas", criticó que tanto la Junta como el Estado "siempre le han estado quitando importancia al contenido de los residuos con la desfachatez de decir que son subproductos, desfachatez que han llevado hasta el punto de venderlos como enmienda agrícola para cultivos de consumo humano".

Así, subrayó que la calificación de los fosfoyesos como 'residuos industriales' es un "varapalo grandísimo" ya que significa que "no se pueden seguir tratando como hasta ahora, sino que tienen que ser depositados en un vertedero controlado y con un plan de gestión adecuado".

Barea insistió en que se trata de residuos "tóxico y peligrosos", ya que contienen "elementos radiactivos y pesados muy tóxicos" y pidió a la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Cinta Castillo, que "dé explicaciones" sobre este punto, ya que en su día "quito importancia a este hecho".

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