10

La crisis por la que pasa Astilleros de Huelva, con una elevada deuda con proveedores, y la propuesta de la Junta de Andalucía de cesar la actividad de construcción naval en Huelva han levantado a la industria auxiliar. Más de un centenar de propietarios y empleados de las empresas que trabajan habitualmente para Astilleros se encerraron ayer en el único barco que la naval tiene aún en fabricación, el 827, para reivindicar tanto el pago de las cantidades que se les deben como, sobre todo, que Astilleros de Huelva no cierre. Porque de producirse la desaparición de la actividad de construcción de barcos, advierten, casi la mitad de estas empresas se verían obligadas a echar el cerrojo.

La denominada industria auxiliar de Astilleros comprende empresas fundamentalmente del sector del metal. Una treintena de estas sociedades, las que tienen sede en Huelva, se ha agrupado en una comisión de seguimiento y alza la voz de alarma: un elevado porcentaje de ellas (en torno a un 40%) depende en su totalidad de los contratos con Astilleros, por lo que su futuro está ligado al de la compañía naval. De ahí que hayan decidido movilizarse para reclamar la permanencia de la atarazana onubense, organizando un encierro en el Odoardo Amoretti, amarrado en el Muelle de Levante a la espera de ser entregado al armador que encargó su construcción.

Este barco tendría que partir hoy desde el Muelle hacia Gibraltar y es el único de los tres buques que Astilleros tiene en cartera que está en construcción, mientras los otros dos están prácticamente paralizados por problemas de financiación del armador. Al ser entregado al cliente, éste tendrá que abonar la última letra de su coste a Astilleros de Huelva, único ingreso previsto a corto plazo para una empresa que presenta una difícil situación financiera. Por ello, los propietarios y trabajadores de la industria auxiliar han decidido paralizar el proceso ya que temen que, una vez abonada la cantidad correspondiente por el armador, "Pymar la reparta a quien le parezca y nosotros nos quedemos sin cobrar", asevera el gerente de Idamar, Idalio Benabat, portavoz de las sociedades afectadas. La deuda de Astilleros con éstas es de entre 8 y 10 millones de euros por la falta de pago durante meses.

Las empresas apuntan a la sociedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar) como responsable de la situación de Astilleros y de la suya propia. Los directores generales aprobados por Pymar han sido los encargados de la gestión diaria de la empresa durante los últimos años, además, destaca Benabat, los contratos de suministros firmados por las auxiliares contaban con la garantía del ente público en el caso de que no se abonasen. Sin embargo, "los contratos tienen letra pequeña y ni hemos cobrado, ni hemos podido ejecutar las garantías". De ahí que las empresas reivindiquen una negociación con representantes de Pymar, algo que también le transmitieron ayer a la dirección de Astilleros de Huelva, ya que consideran que "ésta no es un interlocutor valido, porque no está gestionando realmente la empresa".

Pero además de reivindicar la negociación con Pymar, los encerrados reclaman a la Junta de Andalucía que dé marcha atrás en la hoja de ruta planteada para Astilleros de Huelva, en la que insta a la empresa a cesar la actividad de construcción naval para acceder a las ayudas europeas por cierre y presentar un concurso de acreedores para, después, reconvertir la factoría o simplemente buscar alternativas en las que recolocar a los trabajadores. Y sin alusión alguna a la situación en la que quedarían estas industrias auxiliares.

Las empresas rechazan este planteamiento de "cierre de Astilleros", que afectaría no sólo a los 331 trabajadores de plantillas y los alrededor de 1.000 de sus empresas, sino "a muchos otros sectores en los que repercute su actividad". Por ello se sitúan, apoyados por la Federación Onubense de Empresarios, al lado de la compañía naval en cuanto al rechazo a la propuesta de la Junta de Andalucía. Y esperan que "algún político se digne a ponerse en contacto con nosotros para preguntarnos por qué nos hemos encerrado, porque por aquí no ha aparecido ninguno del PSOE, del PP ni de IU".

Mientras tanto, permanecerán en ese encierro indefinido iniciado ayer. Los representantes de la industria auxiliar también se han puesto en contacto con sus homólogos de Sevilla (a los que Astilleros debe alrededor de 15 millones de euros) y plantean incluso crear junto a las empresas sevillanas y gaditanas una asociación de empresas auxiliares afectadas por la crisis de los astilleros. Mientras tanto, seguirán pagando deudas y nóminas "con nuestro esfuerzo".