La Universidad de Huelva estrena el curso inaugurando una infraestructura que llevaba tres años en la incubadora y que tiene un vínculo directo con la filosofía del plan industrial que el Gobierno andaluz ha diseñado para el área metropolitana onubense, la llamada Estrategia para la Consolidación y Diversificación Industrial. El Ciderta (Centro de Investigación de Desarrollo de Recursos y Tecnologías Agroalimentarias) abre sus puertas en el Parque Huelva Empresarial con 12 laboratorios, equipos de última generación -cofinanciados por la Unión Europea, el Gobierno central y la Junta- y la encomienda de apoyar sectores clave en la economía provincial, como la fresa, los cítricos, el vino o la producción de derivados del cerdo ibérico.

El objetivo es realizar, estimular y apoyar la investigación de alta calidad en recursos agroalimentarios a través del desarrollo y mantenimiento de laboratorios analíticos de I+D+i, realización de seminarios y cursos, y el intercambio y colaboración con empresas y organismos públicos.

Un cometido que se canalizará en departamentos de Ingeniería, Análisis Químico; Análisis Sensorial y Cata; Microbiología; Microscopía Electrónica; Preparación de Muestras; Calidad y Formación.

Según explicó el director del centro, Jesús de la Rosa, "con la puesta en marcha de estos laboratorios, cubrimos una demanda que las empresas onubenses de la agroalimentación llevan planteando desde hace ya diez años. Continuamente nos llegan propuestas desde el ámbito empresarial. Ya tenemos un convenio marco y cerraremos acuerdos específicos para temas como el control de calidad en la producción de la fresa, catas de vino..."

Las directrices europeas cada vez son más exigentes en materia de control de calidad de productos agroalimentarios, requiriendo técnicas de alta sofisticación y personal muy cualificado. De hecho, el Ciderta se concibe como un yacimiento de empleo en base a las iniciativas para las que se vaya obteniendo financiación, una vez se consolide la puesta en marcha del centro, que en principio cuenta con un equipo de siete empleados. La capacidad de estas instalaciones permite que el personal se amplíe de forma considerable cuando despeguen nuevos proyectos que la Universidad tiene en cartera y que demandan las empresas.

La ubicación del Laboratorio de Investigación y Control Agroalimentario (LICAH) en el Parque Huelva Empresarial -nodo logístico emergente entre la autovía de Sevilla y la H-31- entronca con la concepción estratégica del Ciderta, un edificio financiado por la Unión Europea a través de Fondos Feder de Desarrollo Regional, y promovido a finales de los años 90 para fomentar la actividad investigadora científico-técnica y económica no sólo de los recursos agroalimentarios de la provincia, sino igualmente del Algarve portugués y el resto de Andalucía.

Los escollos con el suministro eléctrico -un problema que ha afectado a todas las instalaciones del Parque Huelva Empresarial- han retrasado tres años la apertura del edificio, que cuenta con una superficie de 6.500 metros cuadrados, un presupuesto de construcción de seis millones de euros (a los que se añaden otras partidas importantes para mobiliario e instrumental científico).

Aparte de los 12 laboratorios -cada uno de 60 metros cuadrados-, el centro tiene tres plantas piloto donde se ensayarán los proyectos en escala media como paso puente entre el laboratorio y la industria. En una de estas plantas está previsto que se instalen unas bodegas experimentales para optimizar la criomaceración.