El sindicato UGT y el sector de la seguridad privada reclamaron ayer el apoyo de la Administración para atajar el intrusismo, durante la celebración de unas jornadas en las que se abordan la situación actual del sector en Huelva.

El secretario de FES-UGT Huelva, Antonio Expósito, dijo que uno de los mayores problemas que tiene la seguridad privada es el intrusismo y demandó la ayuda del Ministerio de Interior para atajar esta problemática.

Expósito matizó que, aunque al sector no le afecta tanto la crisis económica, se debe hacer frente al intrusismo laboral que llevan a cabo empresas y particulares sin tener la profesionalidad necesaria y los requisitos que demanda la legislación.

El subdelegado del gobierno, Manuel Bago, que asistió a la inauguración de las jornadas, apostó por aumentar la coordinación y la relación entre los cuerpos policiales y la seguridad privada, que juega un papel importante y resaltó que profundizar en la colaboración "es una asignatura pendiente y aunque hemos avanzado en este aspecto hay que continuar si queremos realmente sumar todas las capacidades que tenemos para mejorar la seguridad". Bago recordó cómo en la provincia de Huelva se han reducido los índice de delincuencia.

Según datos facilitados, el sector emplea en la provincia onubense alrededor de 1.200 trabajadores, de un total de 22 empresas, que prestan servicio principalmente en el Polo Químico y en dependencias de la Administración.

Durante las ponencias presentadas ayer se dejó constancia que el sector de la seguridad privada todavía demanda empleo, ya que no mantiene una elevada dependencia con los sectores más castigados por la crisis como son la construcción y la industria. Las previsiones apuntan incluso que la demanda seguirá creciendo pero no en los niveles anteriores. Andalucía fue la comunidad autónoma donde más ha aumentado la demanda de este servicio de todo el país, sólo por detrás de la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, no todo es de color en el sector y los problemas pueden venir por la falta de liquidez que empiezan a experimentar algunas empresas debido a las dificultades por las que atraviesan algunos clientes. Dificultades que pueden traducirse en un recorte presupuestario de los clientes que demandan servicio a las empresas de seguridad.

Precisamente uno de los principales clientes es desde hace unos años la Administración pública, de ahí que el sector solicite su apoyo y el compromiso de que no van a producirse recortes. El sector tiene a favor también que en tiempos de crisis se suele producir un incremento en la demanda de la seguridad.

Precisamente, la 'supuesta' bonanza por la que atraviesa el sector ha motivado que algunas empresas hayan cambiado de actividad y se "hayan apuntado al carro" de la seguridad privada y se hayan producido el episodio del intrusismo señalado con anterioridad.

La jornada de hoy abordará la formación en la seguridad privada, la perspectiva del nuevo convenio colectivo del sector y la aplicación de la Ley de Prevención de riesgos Laborales.