arranca el curso universitario | los alumnos hacen cuentas de los gastos

El precio medio del alquiler para estudiantes supera los 400 euros

  • Las zonas más cercanas a los campus universitarios son las más demandadas por los jóvenes El coste se estanca en los últimos años y oscila entre los 350 euros y los 500 por piso

Encontrar un buen piso de alquiler es una de las cuestiones fundamentales de aquellos que realizan su curso académico fuera de su ciudad natal. La búsqueda de vivienda se enmarca desde los exámenes finales para los que ya viven en la ciudad en cuestión, o una vez que su plaza está aprobada para los que comienzan una nueva aventura en su vida académica. Huelva puede presumir de ser un referente nacional en cuanto a ambiente universitario. Dos zonas son las que centran el ir y venir de apuntes, cuadernos y mochilas: el Campus de la Merced y el Campus de El Carmen. No sólo de estudiantes locales, sino que también, la presencia de alumnos de la provincia y Erasmus es constante y va en aumento con el paso de los años.

La organización es algo prioritario a la hora de buscar y encontrar piso debido a que el estudiante necesita cuadrar económicamente todos los gastos que ello supone. Alquiler, gastos extras como la luz o el agua, que dependen del piso, además del acceso a internet, que es algo que no suele estar presente en las viviendas onubenses que reciben a estudiantes.

"Los estudiantes desde el mes de mayo ya están buscando piso de alquiler", explica Adolfo Camacho, presidente de la asociación empresarial de empresas de agencias inmobiliarias de Huelva (AIH). La antelación es uno de los puntos que reviste relativa importancia a la hora de ir sin prisas y encontrar lo que mejor se adapte a las necesidades de cada estudiante. Adelantarse a los acontecimientos y no dejar nada para el último momento es vital, puesto que el contrato de los pisos de alquiler para estudiantes comienza, habitualmente, el 1 de septiembre y finaliza el 30 de junio.

Las zonas más demandadas para habitar un piso el próximo curso académico suelen ser preferentemente las más cercanas a la Universidad. "Las calles traseras de la Avenida Honduras, Calle Antonio Machado, Avenida Andalucía..." y las características que tiene en común unos pisos con otros son "tres dormitorios y uno o dos baños" en definitiva "pisos modestitos". En definitiva, los alrededores de los dos puntos universitarios de la ciudad, la Merced y el Campus de El Carmen son las zonas neurálgicas de las viviendas donde residen los estudiantes. "Los alumnos no quiere ni depender de autobús ni andar", por lo que cuanto más cerca del pórtico de la puerta de su clase, mejor, afirma Camacho.

A la hora de ponerse a buscar piso, cuando los futuros inquilinos visitan las inmobiliarias "casi siempre vienen ya juntos" comenta. El número de dormitorios demandados por vivienda es de tres o cuatro, "dos es raro" y de una habitación "hay algún caso debido a alguna pareja que uno estudie y el otro trabaje por ejemplo". Además de las zonas más demandadas, el estudiante tiene que escoger entre una gama de precios bastante competitiva "en comparación con ciudades como Madrid o Sevilla" afirma Alba Palacios, una estudiante que ha residido en las tres ciudades. Es cierto que dependiendo de la zona onubense el precio varía, aunque no en un grado alarmante. "Las zonas más baratas serían, por este orden: Pérez Cubillas, los Rosales, Isla Chica, barriada de Pío XII... y el precio suele rondar los 350-400 euros por piso, gastos aparte", comenta Camacho. Por otro lado, la "calidad relaciona el precio". Pisos más bonitos, mejor amueblados suelen rondar los 500 euros y se sitúan en "el centro, zona de Pescadería, Federico Molina, Avenida de Andalucía...". El perfil de estos inquilinos suele ser "el estudiante que también trabaja por la tardes" o incluso que puedan llegar con beca o Erasmus. En definitiva, el precio medio oscilaría en torno a los 425 euros.

Por tanto, el coste puede llegar a variar desde los 120 euros por habitación hasta los 180, aunque es difícil que con los gastos supere los 200 euros al mes. El precio suele variar "por la zona, por las condiciones de la vivienda", comenta Palacios quien añade que "la gente pide que el piso esté limpio" y como curiosidad "ahora se estila mucho hacer entrevistas cuando vas a ver una habitación para que vean la compatibilidad que tienes con tus futuros compañeros".

En cuanto a la comparación económica de años anteriores, "la verdad que el precio está estancando y lleva así cuatro o cinco años", explica Camacho quien avisa de que "incluso está bajando". "Hay bastante demanda ahora y la oferta cae" por lo que "un piso en alquiler suele durar días" además de que "la calidad ha crecido ya que ahora los caseros los cuidan más que antes". Si bien es cierto que el estudiante "no es muy exigente a la hora de buscar piso" comenta el presidente de AIH. Lo único que realmente le interesa es "la zona y que tenga los servicios mínimos de electrodomésticos". Ellos vienen a "estudiar e intentar pagar lo mínimo posible", indica. Y no sólo llegan estudiantes desde fuera de la provincia. Los propios onubenses que residen en pueblos prefieren, en su mayoría, acomodarse en la capital y así olvidarse de transporte durante su época de estudio.

Otra cuestión a destacar es qué ocurre con los pisos de alquiler para estudiantes cuando llega el verano, y por tanto desaparece el movimiento universitario. Y es que muchas veces los mismos estudiantes los vuelven a alquilar para exámenes finales o recuperaciones, aunque también "el turista viene para pagar menos y estar cerca de la playa".

En definitiva, son muchos los tipos de alquileres que se ofertan tanto a nivel particular como en inmobiliarias. Cada hogar busca un tipo de inquilino distinto. Un tipo de perfil que cubra sus necesidades básicas. No es igual el alquiler familiar que el del estudiante. Sin embargo, este último termina por ser uno de los más socorridos a lo largo del año. La gran afluencia de universitarios termina por mover el mercado de una forma satisfactoria.

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