costas | impacto de la ocupación de suelo

El 45% de la superficie construida en el litoral se levantó en 25 años

  • Huelva es una de las provincias españolas con una mayor transformación desde 1987 En Andalucía es la que menos ocupación mantiene en su franja costera de 2 kilómetros La ocupación total tardaría 385 años

El boom del ladrillo en la década pasada propició el segundo gran despegue del sector turístico en España tras los años 60. El auge de la construcción, y la burbuja inmobiliaria consecuente, tuvieron su reflejo en un aumento exponencial de la urbanización del litoral en todo el país, especialmente en Levante pero también en Andalucía y, por supuesto, en Huelva. Pero la provincia onubense, pese a todo, no es un gran ejemplo de transformación salvaje de la costa. Sólo apunta maneras. Es la provincia andaluza con una menor superficie costera construida, apenas del 12,2% en la franja delimitada a los dos kilómetros. Pero su mayor expansión hasta lograr ese dato se dio entre 1987 y 2011, en la época más reciente, en la que Huelva está entre los primeros puestos de España: el 44,7% de esa superficie se transformó en ese periodo. Sólo en Castellón, Valencia, Granada y Vizcaya quedó afectado más terreno. Un dato que queda para la reflexión de cómo debe plantearse la expansión de los próximos años.

El apunte llega del Observatorio de la Sostenibilidad y su informe Costa 16 - Cambios de ocupación del suelo en la costa, elaborado con los datos recopilados por el sistema Corine Land Cover entre los años 1987 y 2011. Quizá lo de menos es que el dato más reciente se remonte a cinco años. El grupo de investigadores, que ha trabajado para conocer el impacto de la construcción en todo el litoral español, destaca que la falta de actividad constructora en los últimos años por la crisis no resta valor a la muestra recogida para este periodo.

Queda constatado que precisamente en estos 25 años en los que se centra el informe, desde 1987 inclusive, por tratarse del primer año con datos disponibles, coincide con la mayor actividad constructora. En el caso de Huelva, por ejemplo, se recogen los nuevos núcleos costeros de Islantilla, Nuevo Portil, Costa Esuri, y los desarrollos de El Rompido, Isla Canela y Punta del Moral o también El Portil y Punta Umbría, además de Matalascañas y su nuevo campo de golf.

Los datos generales en principio no se centran en zonas concretas de la capital y la provincia onubenses. El estudio contempla las transformaciones de primera línea (franjas inferiores a 500 metros), las de un área interior de 2 kilómetros y las bandas de 10 kilómetros desde la costa. Y para la primera, la más preocupante, por lo que implica de incidencia en el entorno natural, es del 32,1%: prácticamente un tercio de todo el frontal costero de la provincia transformado desde el principio de los tiempos se tocó a partir de 1987.

Éste último dato coloca a Huelva muy por delante de la media nacional (24,3%) y de la media de la costa mediterránea y atlántica sur en la que se ubica el litoral andaluz (22,2%). Sólo Castellón, Vizcaya, Valencia y Granada, como en el caso de la franja de 2 kilómetros de litoral, se supera ese rango del tercio de terreno transformado estos últimos años.

En el escalón superior, por seguir la comparativa, la superficie de la costa transformada más recientemente en 10 kilómetros tierra adentro es del 36,8%, que entra también entre las diez mayores en toda España. En este caso, aunque ligeramente por encima de la media nacional (36,2%), se queda descolgada la provincia onubense de su área de influencia, que marca el 38,3% de transformación desde 1987. Más lejos aún al considerar que sólo el 6,1% de este terreno onubense se ha construido hasta hace 5 años.

El ritmo de construcción en el litoral onubense registrado en ese periodo de 25 años es de 0,4 kilómetros lineales anuales, para la primera línea de costa. En las franjas delimitadas a 2 y 10 kilómetros al interior alcanza las 49,9 hectáreas al año y las 104,9, respectivamente. Aunque en términos absolutos no es mucho, sí cobra otra dimensión mayor al tener en cuenta el punto de partida, con un litoral que había permanecido poco alterado a lo largo de los siglos, sólo con una mayor incidencia en determinados puntos costeros a partir de los años 60, incluida también la capital y su despegue industrial junto a la ría.

En cualquier caso, este ritmo registrado, con una gran superficie todavía virgen en la provincia, hace que los plazos de colmatación de la costa en Huelva sean mucho mayores que en otras provincias con un turismo más exacerbado, como ocurre con Málaga, para no salir de Andalucía.

Tendría que pasar casi un milenio (998 años) para que toda la franja de 10 kilómetros fuera transformada completamente por el hombre. Este tiempo se reduce a casi un tercio (385) para el espacio de 2 kilómetros y hasta los 234 años en el litoral que queda dentro de los 500 metros desde el perfil marítimo. Son algo más de dos siglos pero ya es preocupante que el terreno con mayor peligro de saturación sea la primera línea de playa, precisamente la que debe tener más protección teórica.

Huelva es una de las provincias con mayor terreno protegido de España, también en su línea de costa. De hecho, en la zona oriental de la provincia, más allá del límite que marca el camping Doñana, en Mazagón, sólo permanece alterado el espacio que ocupa el núcleo almonteño de Matalascañas. También se dan niveles de protección elevados en otras zonas del litoral, como Marismas del Odiel, junto a la capital, Isla Canela, o en los pinares que rodean El Portil, El Rompido o Punta Umbría, pese a lo que no han escapado totalmente a la construcción.

Quizá por eso el aumento poblacional registrado, del 39% en la franja costera de 2 kilómetros, sólo está al nivel del norte de España y siempre por debajo de las medias regional y nacional.

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