El escritor Julio Martínez Velasco señaló, en Minas de Riotinto, en la presentación de su libro Aportación a la Historia de Río Tinto a través de su Teatro que "toda la historia de los pueblos está editada por las imprentas y en sus archivos duermen las pruebas de lo que digo". Francisco Baena, en su obra Una revolución de papel, prensa y cultura obrera en la colonia británica de las minas de Río Tinto (1913-1920), utilizó documentación del archivo de la Imprenta Chaparro (entonces La Moderna). La maquinaria de la imprenta y su producción documental forma parte de una exposición, que se inaugura hoy, a las 19:30, en la sala del Museo Minero de Riotinto.

La muestra es fruto del convenio de colaboración y posterior cesión al Museo Minero de Riotinto, por parte de la familia Chaparro (Gregorio Chaparro Olivera), de las piezas, y el interés mostrado por los directores del Museo y Archivo Mineros, así como del gerente de Fundación Río Tinto, Mantecón. La exposición hace un recorrido por la historia de una imprenta con más de un siglo de antigüedad, que ofreció un servicio informativo, de divulgación cultural, social, laboral y deportivo.

A principios del siglo XX, los primeros trabajos que se editaron, con el nombre comercial de La Moderna, son cuatro programas de opera italiana. Jesús Chaparro Mora compró en 1918 la imprenta para su tres hijos varones (Manuel, Gregorio y Jesús), para asegurarles su porvenir económico. La imprenta fue dirigida por Gregorio, ya que Jesús y Manuel estudiaron Facultativo de Minas, y Manuel, además, Magisterio.

En 1945 cambia de nombre: Tipografía G. Chaparro, hasta su fallecimiento en 1955. A partir de entonces, su hijo Gregorio Chaparro Queija se hizo con la organización de la imprenta hasta 1996. Gregorio Chaparro Olivera, bisnieto de Chaparro Mora, que trabajó con su padre desde 1982, fue el que la mantuvo hasta su cierre, en el año 1998. Tres generaciones con el nombre de Gregorio Chaparro que gestionaron durante un siglo la imprenta.

La exposición permitirá conocer la maquinaria empleada, así como una extensa producción documental de la que se ofrece información en grandes paneles con fotos y datos de interés. La importancia patrimonial de la Imprenta Chaparro fue reconocida como Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico, incluyéndose en Zona Patrimonial, Cuenca Minera de Riotinto-Nerva, en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz.

La colección de maquinaria consta de dos impresoras tipo Boston Minerva de fabricación alemana (1906, la más antigua de toda la colección, y 1921). Una Minerva Ordesa usada de 1920 hasta 1974, que fue sustituida por una Ordesa 301 de 1968, operativa hasta final de la actividad en 1998.

Para cartelera hay una plana LEYM-57, fabricada por Fundic. Tipog. Nacional Madrid. Una segunda plana ISSA Mod.32/45, fabricada en 1973, de 4500 ejemplares por hora, y una Offset, ADAST Dominat 414, checoslovaca, de 10.000 ejemplares por hora, la más moderna al cierre de la actividad.

Aparte, conforma esta colección una troqueladora alemana, construida por HogenForst (Leipzing), que fue donada por un excombatiente de la Guerra Civil, a Gregorio Chaparro Wert, una vez terminados sus servicios en el diario El Heraldo de Aragón durante la batalla del Ebro; una cosedora a motor de alambre continuo B-14/20 construida por Juan Albareda Carrulla en 1974, con una cosida de 120 puntadas por minuto, y una guillotina acorazada, modelo Hispania 71, con una capacidad de 30 cortes por minuto.

Como parte complementaria para la construcción y elaboración de los documentos e impresos, la exposición consta de seis comodines con cajas de distintos tipos y tamaños de letras; cien clichés y fotolitos (algunos clichés elaborados artesanalmente por Jesús Chaparro Wert); seis galeras para el montaje de los moldes; una mesa de composición; dos repisas para lingotes, regletas, filetes y orlas para la confección de impresos y programas de fiestas y espectáculos varios.