Alumnos de Erasmus que cursan sus estudios en la provincia de Huelva serán los jueces de la tercera edición del Premio Internacional de Pintura Pepa Pinto. Los estudiantes, que desembarcan hoy en el municipio rocianero para comentar sus andanzas y su experiencia vital y académica en España, serán quienes determinen qué dos obras merecen el premio de cuantos cuelgan estos días en la Sociedad Cultural Casino de Rociana.

Una constelación de obras ejecutadas en diversos formatos técnicas y materiales. Precisamente para no coartar la creatividad ni el talento de los participantes, la dirección del certamen optó un año más porque la temática fuese libre, así como el enmarcado y cualquier otro aderezo estético que quedó a disposición de los participantes.

Las únicas limitaciones han estado marcadas por las dimensiones de los lienzos, que no podían ser inferiores a los 150x150 centímetros de diámetro, tal cómo recogen las bases.

El certamen se divide en dos modalidades. La primera de ellas está destinada a los jóvenes matriculados en los IES con Bachillerato que cuentan con la modalidad de Arte entre sus materias formativas, mientras que la segunda categoría está enfocada a los alumnos en las Escuelas de Arte y Facultades de Bellas Artes de todo la geografía ibérica.

El presidente de la Sociedad Cultural, José Antonio Cabrera, detalló que "serán medio centenar de jóvenes, procedentes de más de 35 países distintos, quienes elijan la obra ganadora, atendiendo a un idioma y una sensibilidad universal como es el arte, por la que trabajó y dedicó su vida Pepa Pinto".

El certamen es el medio de potenciar la creación artística entre los nuevos valores de la pintura. Sin desmarcarse de este objetivo este año la propuesta se ha abierto a nuestra vecina Portugal, en un primer paso por internacionalizar una cita que va conquistando nuevas fronteras y ampliando su prestigio nacional.

El certamen rinde homenaje a Pepa, profesora que ejerció la mayor parte de su etapa académica en el IES Delgado Hernández de Bollullos, un centro donde dejó huella por su incansable y motivante labor con sus alumnos a la hora de formarles en el plano artístico. Es el Casino de Rociana; el viudo de Pepa, Gregorio Acarapi; y el centro bollullero quienes han dado vida a este certamen que reparte 1.500 euros en premios.

Los organizadores destacaron que es en la etapa academia el momento de mayor periodo creativo puesto que, aunque la madera de artista se gesta desde la edad más temprana, es en la escuela donde se adquiere los conocimientos para implementarla.