El coronel jefe de la Comandancia de Huelva, Ezequiel Romero Guijarro, destacó en su intervención la solidez organizativa con la que cuenta el Cuerpo, así el respaldo ciudadano con el que cuenta el Cuerpo y que hace posible que sea una de las instituciones más valoradas del Estado.

En esta sociedad, en la que todo cambia rápidamente, y en la que internet y las interrelaciones virtuales cobran mucha importancia, es grato sentir como todavía seguimos siendo necesarios para la sociedad, con nuestros hombres y mujeres vigilando cada camino y cada pueblo de esta gran nación", enfatizó. "Es un símbolo de que hemos sabido evolucionar y adaptarnos a los tiempos nuevos"

Igualmente, Romero Guijarro ha agradecido a los 1.400 guardias civiles que conforman la plantilla de la Comandancia en Huelva por "la disponibilidad y profesionalidad con la que lleváis a cabo la labor diaria de proteger al ciudadano".

Romero recordó que la función del instituto armado es velar eficazmente por las personas y los bienes e insistió en la necesidad de la colaboración institucional entre todos los organismo públicos y privados que trabajan en la misma idea: la convivencia en paz.

Tras felicitar a los condecorados, aseguró que la medalla de la Orden del Mérito de la Guardia Civil no es más que reconocimiento a una trayectoria profesional y dedicación todos los demás.

Durante el acto se impusieron 10 medallas de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco a miembros de la Comandancia que han destacado por su trayectoria o por haber protagonizado una actuación especialmente relevante.

De todos ellos, el subdelegado afirmó que simbolizan "los valores de lealtad, espíritu de sacrificio, honradez, amor al prójimo y cumplimiento del deber sobre los que el Duque de Ahumada asentó la fundación de la Guardia Civil".

Además, se entregaron siete menciones honoríficas a personal civil que ha destacado por su colaboración con el Cuerpo.

Pérez Viguera cerró el acto con un recuerdo a los fallecidos en acto de servicio, y, en especial, a los 243 miembros de la Guardia Civil que han sido asesinados "por grupos terroristas o han sido víctimas de cualquier tipo de barbarie".

La Guardia Civil fue fundada en el año 1844 durante el reinado de Isabel. Su creación fue debida a la necesidad del Estado de llegar de contar con una fuerza de seguridad única para todo el territorio peninsular que hiciera frente a la situación de inseguridad del momento.

Fue el entonces segundo Duque de Ahumada, Francisco Javier Girón y Ezpeleta quien se encargaría de organizar el nuevo cuerpo. Para ello, tomó como ejemplo el modelo implantado en Francia por la Gendarmería. Fue la reina Isabel II quien lo bautizó como Guardia Civil.

De ese modo paso a ser la primera fuerza pública creada en España con ámbito nacional. El duque de Ahumada dotó al Cuerpo de la famosa cartilla de la Guardia Civil y diseño su idiosincrasia: Fuerte disciplina, capacidad de sacrificio y espíritu benemérito, unas características que marcarían las condiciones del Cuerpo como militar de vocación y de servicio público. Gracias a esto no tardó en demostrar una gran eficacia en las misiones que le fueron encomendadas. Su servicio humanitario, su honor y rigor en el desempeño de sus funciones le granjearon muy pronto el respeto y la admiración del pueblo español que pasó a denominarse con el sobrenombre de Benemérita

A lo largo de más de 170 años de existencia la Guardia Civil ha sabido adaptarse a la evolución de los cambios sociales, políticos y económicos constituyendo uno de los patrimonios más queridos del pueblo español, que ha visto reflejada en su trayectoria gran parte de sus señas de identidad. El honor es su principal divisa.