Huelva

Una científica de la UHU diseña un sensor de control de calidad

  • Lara León idea una celda espectroelectroquímicapara analizar y evaluar varios tipos de materia

La investigadora de la Universidad de Huelva Lara León Gómez ha diseñado una celda espectroelectroquímica de flujo, un sensor destinado al análisis y el control de calidad y que puede ser aplicado a los alimentos, los fármacos, el agua o al aire, entre otros elementos de interés.

El diseño de esta celda forma parte del estudio Detectores espectroelectroquímicos en flujo: Aplicaciones analíticas al estudio de medios contaminados, y se trata de un detector "simple, de fácil construcción y de gran versatilidad configuracional", informó la UHU en un comunicado.

En su investigación, Lara León parte de la base de que "la sociedad actual demanda continuamente el desarrollo de nuevos métodos de análisis, cada vez más precisos, sensibles y fiables para garantizar la seguridad de los procesos productivos y el control de los vertidos que la vida civilizada genera".

Señala, además, que "es deseable que estos métodos sean baratos y fáciles de implantar" y para ello un factor que ha permitido avanzar notablemente en esta dirección ha sido la automatización de las medidas gracias a los ordenadores y microprocesadores, que evitan al investigador la mayor parte de las tareas tediosas de cálculo y atención al experimento, entre otras, y lo deja libre para trabajos más creativos que requieren su presencia.

La espectroelectroquímica es una técnica híbrida que combina dos métodos de detección clásicos, la electroquímica y la espectroscopía, para obtener información química. "Una característica esencial de esta técnica es que las dos medidas se obtienen de forma simultánea y no secuencialmente, como ocurre con otras técnicas híbridas. Así, se pueden estudiar fácilmente los procesos no estacionarios que ocurren cerca del electrodo y medir a la vez dos propiedades, lo que hace prácticamente imposible que se produzcan interferencias", indica.

A pesar del uso extendido de la espectroelectroquímica en un gran número de laboratorios, aún no se dispone de mucha instrumentación comercial, advierte León, por ello, "la combinación de aparatos electroquímicos y espectroscópicos comerciales se hace de forma artesanal en cada laboratorio y de forma diferente en función de las necesidades específicas de cada caso".

En su estudio la investigadora describe el diseño y la fabricación de una celda espectroelectroquímica de flujo y para demostrar la aplicabilidad de este sensor en estudios relacionados con el medio ambiente ha desarrollado un método de análisis para la especiación de iones de cobre en una muestra acuosa y en la determinación del herbicida Imazapir mediante espectrofotometría en la zona UV.

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