La alegría de ser y vivir como cristianos hoy en Huelva es el nuevo Plan Diocesano de Evangelización presentado ayer por el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, en el marco del inicio de la Cuaresma de 2016. Un plan que viene a dar continuidad a otros anteriores desde 1980 y este se enmarca a la luz de la encíclica del papa Francisco Evangelii Gaudium.

Se sitúa en la invitación del Papa a nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo. La intención del plan, como destacó el obispo de Huelva, "es la de la transformación eclesial, no una simple renovación". "La conversión misionera de la Iglesia no es, por tanto, una operación de maquillaje, superficial, sino una verdadera adecuación de las estructuras y de la pastoral". El objetivo no es otro que evangelizar a lo largo de estos cuatro años en los que estará en marcha este plan, en el que buscará unificar esfuerzos.

José Vilaplana destacó ayer en rueda de prensa que uno de los objetivos de estos planes de evangelización no es otro que "generar una mentalización en todo, crear un vocablo común una experiencia que se comparte". Reconoce que, aunque nunca se puede estar satisfecho al 100 %, "la realidad es que la Diócesis no avanza igual sin el plan diocesano". Está confiado en que sirve de ayuda a todos y "al sacerdote para ordenar la parroquia y centrarla en unos objetivos". Lo cree un vehículo para "la transformación de la Diócesis".

El obispo llama a todos los cristianos a llevar una actitud comprometida: "Lo que somos lo debemos manifestar en nuestro modo de vivir, en nuestro modo de pensar, en nuestro comportamiento; hemos de vivir de acuerdo con lo que somos".

José Vilaplana estuvo acompañado por el vicario general, Francisco Echevarría, quien destacó que uno de los objetivos del plan es la formación del laicado. "Fomentar lo que nos identifica en una sociedad tan diversa", sin olvidar "la comunión eclesial, que es saber compartir, tanto lo material como lo espiritual", señala. El plan propone una actuación directa hacia los más desfavorecidos y ahí es donde entra Cáritas que, como señaló su delegada, Pilar Vizcaíno, se plantea una actuación cercana a los necesitados desde el centro Santa María de los Milagros.

El obispo, José Vilaplana, dijo ayer que, con ocasión del Año de la Misericordia, la propuesta aprobado al Consejo de Hermandades es una salida de las cofradías en la que se pueda hacer un relato de la Pasión que no se puede ver en Semana Santa ya que no están ordenados, para contemplar el gran gesto de Jesucristo de entrega hasta la muerte.