Huelva

Un edificio singular que pide una restauración urgente

  • La estructura metálica se conserva bien, aunque un informe recomienda la realización de reparaciones

Si algo caracteriza al antiguo mercado de Santa Fe es su singularidad. En el momento en que Huelva despertaba y despegaba industrialmente reclamando un nuevo modelo de ciudad, el arquitecto Manuel Pérez González diseñó y concibió el edificio como mercado en 1899 en una nueva zona que pretendía satisfacer la demanda de nuevos espacios públicos habitables e higiénicos, nuevos trazados para nuevas necesidades sociales. Fue bautizado como el edificio de la modernidad no sólo por su diseño sino por la utilización de innovadores materiales, como el hormigón en los cimientos o el hierro en su estructura, una de las características de la arquitectura industrial que imperaba en la época.

Su construcción, cuyo presupuesto ascendió a 114.175,4 pesetas, no obstante, se prolongó más de lo previsto. El proyecto fue presentado a las autoridades municipales el 20 de septiembre de 1899 por Manuel Pérez González, trabajando como contratista de las obras José Vizcaya Muñoz. Levantado sobre el desmonte del cabezo del Molino de Viento, las obras comenzaron ese mismo año pero se retrasaron debido a la inestabilidad de la armadura metálica.

El Ayuntamiento decidió entonces parar los trabajos para averiguar las causas y, tras un informe de las deficiencias elaborado por Trinidad Gallego y Juan Talavera, se concluyó que los problemas de la cubierta podrían estar directamente relacionados con la utilización del sistema Polonceau para la colocación de la cubierta, lo que motivó la dimisión de Manuel Pérez y su relevo por Francisco Monís, que se encargó de elaborar el nuevo informe del proyecto el 12 de febrero de 1903, año en que lo remató.

Sin embargo, pese a ser concebido como mercado, sólo fue usado como tal hasta 1911, cuando se utilizó como Escuela de Artes y Oficios y posteriormente como Escuela de Capataces de Minas, Biblioteca popular, Museo de Pintura, y cuartel de la Policía.

Se trata de un edificio de planta cuadrada y tres niveles que sigue el sistema Polonceau, con una superficie de 1.849 m2 y un semisótano de 510 m2, rematado por ladrillos a cara vista y tocado por una cubierta metálica revestida de ventanales de vidrio.

El trabajo de investigación Santa Fe, Valores de un mercado,obra de Miriam Dabrio y Rocío Rodríguez que difunde su valor histórico, artístico y arquitectónico, recoge, citando un estudio de Vorsevi, que la estructura metálica presenta un buen estado de conservación aunque recomienda la sustitución de su cubrimiento, y alerta de la huella del paso del tiempo que ha dejado en la fachada en forma de fisuras, grietas y humedades que, si bien no irreversibles, si requieren de una rápida intervención para evitar un mayor deterioro.

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