Cáritas Diocesana de Huelva organizó, con motivo del Mes de las Personas sin Hogar, un flashmob con el objetivo de hacer visible la realidad invisible de los denominados sin techo. El lugar elegido fue la céntrica Plaza de las Monjas. En la iniciativa, que tuvo lugar ayer, participaron voluntarios de la organización, usuarios de sus centros asistenciales, y alumnos de los colegios Maristas y Esclavas.

Todos ellos, vestidos de oscuro y con las caras cubiertas con máscaras blancas, portando algunos pancartas y otros globos de colores, se concentraron en el espacio público para posteriormente recorrer el primer tramo de la Gran Vía hasta el Ayuntamiento, regresando a continuación al punto de partida, donde se leyó un manifiesto.

Según Cáritas, en la capital onubense 320 personas viven en la calle, en chabolas o en infraviviendas. Bajo el lema Porque es posible, nadie sin hogar, los allí concentrados reivindicaron el derecho a una vivienda digna. Frases como "Nadie sin vivienda, nadie sin hogar" se repitieron durante el acto, mientras se oía como telón de fondo la banda sonora de Braveheart o la canción Color Esperanza, de Diego Torres.

Elisabeth Justo, usuaria del centro Puertas Abiertas, y Daniel Pérez, alumno del colegio Maristas, fueron los encargados de leer el manifiesto, en el que, además del derecho a la vivienda, se abogó por la salud "como derecho fundamental", reclamando a la Administración una tarjeta sanitaria única, que garantice una atención "sin diferencias".

En cuanto a la vivienda, "nuestro derecho humano más esencial", se pidieron políticas sociales que faciliten el acceso a la misma, recalcando que "más vivienda es igual a más salud", a lo que se añadió la necesidad de poner en marcha programas destinados a la inclusión social.

Tras la lectura del manifiesto se unieron al acto algunos alumnos del IES Pintor Pedro Gómez. La jornada se completó con una sesión de zumba, en la que los participantes se movieron al ritmo marcado por las monitoras.

Durante las dos horas que duró la jornada reivindicativa estuvo instalado en la Plaza de las Monjas un puesto de la Tienda de Cáritas con productos de comercio justo y proyectos solidarios, con la finalidad de sensibilizar a los ciudadanos de la importancia de adquirir estos artículos, con lo que se colabora en programas dirigidos al desarrollo sostenible.

También se colocó un photocall con imágenes de infraviviendas, en el que los estudiantes no dudaron en fotografiarse junto a usuarios de los centros de Cáritas.