Huelva

Unas 1.800 plazas de infantil quedarán vacantes este curso

  • La tendencia iniciada en 2013 consolida un fenómeno generalizado en la provincia para el primer ciclo educativo El sector recuerda los beneficios formativos para los niños escolarizados

Los centros de educación infantil se vacían poco a poco. La demanda de los padres ha ido en descenso estos últimos años hasta el punto de que en el curso que empieza en menos de un mes las plazas ofertadas se cubrirán al 80%, en el mejor de los casos. Son previsiones manejadas para la provincia de Huelva y para la propia capital, que tampoco escapa a una tendencia generalizada en Andalucía este año.

El dato es estimativo, pero tiene una base sólida. En abril pasado se abrió el plazo para la inscripción de niños en los centros andaluces. Desde entonces se ha corroborado que la aminoración de la demanda acentuada el pasado curso se repetirá ahora tras las adjudicaciones realizadas.

Desde el Foro Andaluz del Sector de la Educación Infantil (Fasei), una de las organizaciones patronales más importantes de la comunidad, con sede en Huelva, su presidente, Blas Rodríguez, destaca que "hay menos demanda" y aventura que "un 20% de las plazas ofertadas se quedarán sin ocupar este curso".

Teniendo en cuenta que en la provincia de Huelva se ofertan para el 2015/16 un total de 9.026 plazas en centros de Educación Infantil de primer ciclo, de 0 a 3 años, tanto públicos como privados, la estimación apunta a que alrededor de 1.800 quedarán vacantes. Será común, así, ver aulas con puestos vacíos, sin ocupar, y el desfase llegará a tal punto que algunas aulas deberán cerrarse, como ya ha ocurrido, según anota Blas Rodríguez.

"El descenso en la demanda no es nuevo", explica. "Ya empezó en el curso anterior, en 2013, y en el pasado se incrementó, dejando un 20% de las plazas vacías. Ahora no se ha roto la tendencia y seguirá el exceso de oferta". Cree que entre un 20% y un 25%, aunque matiza rápido que no diferirá mucho el porcentaje del registrado el curso pasado y que las vacantes se limitarán a una quinta parte de las plazas ofertadas. Aun así, en la provincia de Huelva habrá 400 nuevas plazas.

La situación es generalizada pero no unánime. Puede haber algún núcleo poblacional -especialmente en los pueblos pequeños de la Sierra, detalla Rodríguez- en el que puede haber exceso de demanda. "Es ahí donde se debe volcar la Administración, pero habrá plazas vacantes en casi todos los centros, incluida la capital", afirma.

Esta disminución en las matriculaciones de Educación Infantil encuentra gran parte de su justificación en la crisis, que sigue coleando en la provincia onubense por más que se anuncie el fin de la recesión. El presidente de Fasei asegura que, "por un lado, la población inmigrante con niños se ha reducido porque muchos han retornado a sus países de origen. No tenían familia aquí, abuelos con los que dejar a los niños mientras trabajaban, y era frecuente su escolarización desde Educación Infantil". "Por otro lado -añadió-, en otras familias en las que al menos uno de los progenitores se queda parado, al estar en casa, puede encargarse del cuidado de sus hijos, renunciando a su matriculación en los centros".

Al margen de estas situaciones, Blas Rodríguez destaca como mal mayor y problema de base que "no se ha sabido transmitir la importancia para los niños de pasar por un centro de Educación Infantil antes de ir al colegio y parece que sigue prevaleciendo la valoración tradicional de que el niño está mejor en casa".

El fenómeno, insiste, es generalizado. Los padres siguen viendo este tipo de centros más como guarderías, en los que dejar al cuidado a sus hijos una serie de horas al día, que como centros de enseñanza, muy positivos para el desarrollo futuro de los pequeños.

"Sólo hay que preguntar a una maestra y confirmará las diferencias evidentes entre los niños que han pasado por un centro de Educación Infantil y los que han llegado al colegio directamente desde casa. Entiendo que con un bebé se vea de otra forma, pero cuando un niño empieza a gatear o andar debe abrirse más allá de la familia. Y los centros infantiles aportan cosas que no se dan en familia, como la convivencia con otros niños. Los preparamos para las siguientes etapas educativas, proporcionándoles una rutina, una autonomía, inculcando el respeto por los compañeros o la atención a una maestra", explica Rodríguez.

No es cuestión económica sino de cultura, asegura el responsable de la patronal del sector. Porque la Junta de Andalucía, recuerda, bonifica el 100% del precio de matriculación a un 42% de los menores escolarizados en los centros de Educación Infantil, y hasta un 95% se beneficia de bonificaciones en distinta medida. "Muchos de los que ahora no llevan a sus hijos podrían acceder también a este tipo de ayudas y les saldría totalmente gratis. Por eso el dinero no puede ser una excusa para los padres. Prevalece más la tradición y la costumbre de dejar a los niños con los abuelos", insiste Rodríguez.

Para darle la entidad que realmente tienen este tipo de centros, muy por encima del tradicional concepto de guardería, desde Faisa se reclama una mayor implicación de la Administración para difundir sus beneficios en los más pequeños y promover su escolarización. "Es cierto que la Educación Infantil es voluntaria pero también lo es la que se imparte de 3 a 6 años de edad y están todos escolarizados. Si la Administración valorara realmente el esfuerzo que se hace en la labor educativa, haría campañas para informar y promover la escolarización", explica. De hecho, añade, ni siquiera el periodo de oferta de plazas para la matriculación, previo al de Primaria, en primavera, "se publicita lo suficiente, como sí se hace con los colegios".

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