Huelva

El saturado centro de Isla Chica mantiene sus problemas de infraestructuras

  • Este servicio sanitario atendía en sus inicios a 10.000 usuarios y ya van por 13.500. El SAS ha acometido obras que buscarán acabar con los malos olores en las consultas.

El centro de salud de Isla Chica ha sido objeto de trabajos con el objetivo de acabar con uno de los problemas que desde hace tiempo, presentan sus instalaciones: los malos olores. El hedor afecta habitualmente las consultas y resto de dependencias agravándose la situación en los meses estivales. La Delegación Territorial de Salud informó ayer que "en los últimos meses se ha llevado a cabo un plan de mejora en la instalación de climatización del centro, detectándose durante la ejecución del mismo algunas fisuras en los bajantes del edificio comunitario en cuyas dependencias se encuentra ubicado el centro de salud, que provocaban mal olor en las instalaciones, habiéndose procedido por parte de la dirección del Distrito Huelva-Costa, al sellado de estos bajantes de la comunidad. Esta reparación se une al plan de limpieza de las arquetas del bloque que de manera periódica viene asumiendo el propio distrito habiéndose realizado la última en el mes de mayo y estando prevista otra a final de esta misma semana".

El director del centro, Javier López, confirmó lo manifestado desde el distrito indicando que el tema de los malos olores es un asunto que se arrastra en el tiempo y que se ha venido subsanando con la limpieza periódica de arquetas y tuberías comunitarias del edificio donde se sitúa el centro asistencial, en la Plaza Perlita de Huelva.

La Delegaciòn Territorial de Salud quiso destacar por su parte, que "la mejora en la climatización del centro ha supuesto un incremento en el caudal de aire acondicionado que llega a las distintas dependencias, tanto consultas como salas de espera y zonas comunes en general, redundando en una mayor confortabilidad de los usuarios y los profesionales, en un verano como éste caracterizado por las altas temperaturas".

Los malos olores configuran uno de los aspectos que se han ganado un carácter endémico en el centro de isla Chica. El otro es el hacinamiento; un problema que empezó a sufrirse a pocos meses de la apertura de unas instalaciones que se inauguraron subrayándose su carácter provisional. Después de que el centro de isla Chica esté a punto de cumplir su undécimo aniversario, el problema de la falta de espacio persiste tal y como indicaron ayer fuentes sanitarias del propio centro asistencial que apuntaron a la escasez de consultas que hacen que éstas tengan que ser compartidas hasta por más de dos profesionales.

El centro de Isla Chica presta asistencia de Atención Primaria a 13.500 personas. La Delegación Territorial de Salud indicó que "la frecuentación en el mes de julio ha bajado respecto al resto del año, habiendo citas libres en las consultas y por tanto, no existen demoras en las mismas. A pesar de ello, el centro de salud se sigue manteniendo abierto en el horario habitual, desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde para facilitar una mejor accesibilidad también en la época estival".

Los usuarios consultados ayer por este periódico inciden de manera casi unánime, en lo reducido de las dimensiones lo que provoca una sensación de masificación que comparten con los profesionales. Alguno también se refirió a la debilidad de aire acondicionado en algunas zonas lo que se prevé que se subsane en breve gracias a las obras que se han acometido.

El centro asistencial ocupa una superficie de 350 metros cuadrados que experimentaron en 2011, una cierta ampliación con el arrendamiento de un local contiguo de unos 40 metros cuadrados.

El centro de Isla Chica cuenta con una plantilla de 8 médicos de familia y 7 enfermeros sin contar otros profesionales como trabajadora social, enfermera de enlace o celador. La escasez de espacio es tan evidente que el Distrito Huelva-Costa optó en mayo de 2008 por trasladar la consulta de Pediatría al centro de Adoratrices.

La historia de la Atención Primaria en Isla Chica, en lo que va de siglo, se marca con el cierre de Plaza Houston en 2001. Eso conllevó que los usuarios fueran trasladados a Adoratrices. Los vecinos de Viaplana consideraron que ese centro asistencial estaba muy lejos de su barrio de modo que protagonizaron movilizaciones. Éstas dieron por fruto el centro de salud que, en principio, se llamó Perlita de Huelva para pasar posteriormente a la denominación actual: Isla Chica. Los dos años que estaban previstos para que el centro ocupara un local alquilado se han convertido en cerca de 11.

El centro Perlita de Huelva nació de esta manera, con limitaciones evidentes. Se puso en marcha para atender a 10.000 cartillas de usuarios. Lo que no se evitó fue que un año después, había cerca de 2.000 cartillas más a causa de los traslados de usuarios que optaron por éste antes de seguir en Adoratrices. En la actualidad atiende a 13.500 vecinos.

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