-Usted fue nombrado el pasado octubre 'fellow', distinción de la prestigiosa Real Academia Británica de Química y recientemente esa misma institución le ha reconocido su labor en la catálisis homogénea. Supongo que para usted todo ello es motivo de gran satisfacción.

-En la Universidad de Huelva (UHU) llevamos varios años trabajando en el desarrollo de nuevas sustancias de valor añadido para la química a partir de hidrocarburos, principalmente metano. Trabajamos además en la filosofía de la química sostenible con procesos sintéticos que requieran menos energía y originen la menor cantidad de residuos posibles.

-Nace en Aroche y termina su formación en EEUU.

-Me licencié en Química en la Universidad de Sevilla. A través de una beca Fullbright estuve dos años en la Universidad de Carolina del Norte, que tiene uno de los mejores departamentos de Química de Estados Unidos, pero en 1993 ya estaba trabajando como ayudante, en la Escuela Politécnica de La Rábida. Tras tres años de recabar material y financiación, pude contar con mi primer laboratorio.

-¿No ha tenido la tentación de marcharse a otro lugar?

-Antes de ser titular de la UHU pude irme. Sin embargo me di cuenta de que si quería realizar una investigación independiente, tenía que estar lejos de otros grupos que pudieran interferir mi labor o viceversa

-¿Por qué optó por la catálisis homogénea?

-Era un área que no estaba muy desarrollada en España y casi empezamos de cero. Fue una etapa extraordinaria en la que también comenzaba su labor Carlos Vílchez Lobato con el que compartía edad, laboratorio e ilusiones.

-¿Pero no era excesivamente tentador irse a otra universidad con prestigio en esa área de investigación?

-Hay algo que gratifica mucho y es el hecho de estar ayudando a crear algo. Llevo a gala ser profesor de la Universidad de Huelva y la he visto crecer desde su nacimiento. Me siguen llegando ofertas de fuera pero no me quiero ir, no después de más de 20 años de tanto esfuerzo. Además en lo puramente personal, en Huelva se vive muy bien.

-¿Han sufrido mucho por los recortes en investigación de los últimos años?

-Para buscar financiación, nos presentamos a convocatorias por evaluación curricular de manera que encontramos recursos a través de esa vía. Aunque es cierto que se ha reducido bastante el presupuesto de I+D a nivel nacional y regional, nuestro esfuerzo diario se ve recompensado con la financiación necesaria.

-¿Tienen una buena colaboración con la industria?

-No nos podemos quejar. A lo largo de los años distintas empresas nos han contactado para trabajar en problemas reales. Ahora estamos con el Centro de Investigación de Cepsa Química en Madrid. Creo que la ciudad y el entorno se han percatado de que en la Universidad hay profesionales que pueden ayudarles a solucionar sus problemas.

-¿Considera que la UHU está enraizada en Huelva?

-Se oyen voces de que hay universidades que sobran, en clara referencia a las más pequeñas. Olvidan que éstas deben estar lo más cerca posible de la sociedad y pienso que en ese sentido el sistema actual que tenemos en España es bastante bueno.

-¿Entonces cómo valora el lugar que ocupa ahora la UHU?

-Solo hay que ver el cambio que ha dado Huelva en estos últimos 25 años gracias a la UHU. Me remito a lo anterior: la Onubense ha impulsado esta tierra como nada en toda su historia. Existen egresados universitarios en la mayoría de las familias y eso, a pesar de la crisis actual, se notará en el futuro.

-Se dice que las universidades se la van a jugar en los másteres.

-La especialización se encuentra en el campo de los másteres que son los que finalmente, darán la cualificación profesional al alumno y más aún si se aplica el futuro sistema de 3 años de grado y 2 de máster.

-Como miembro del claustro universitario tiene fama de ser 'cañero'.

-Quiero la mejor Universidad de Huelva que podamos tener. Mis intervenciones van siempre en ese sentido y no me conformo con preguntar qué hay de lo mío. Sí, soy crítico porque no soy conformista. Si no somos ambiciosos lo pasaremos mal.

-¿Cómo está ahora la investigación en la UHU?

-Desde hace unos quince años la investigación ha mejorado sustancialmente. Ha habido un cambio radical y mucha gente comprometida.

-Pero parece que ahora se prima la docencia sobre la investigación para rentabilizar al profesorado.

-La plantilla del profesorado siempre se ha estructurado alrededor de las necesidades docentes. Hace dos años el Gobierno estableció un decreto donde la carga docente del profesor se ponderaba según su actividad investigadora. El actual equipo de gobierno llevó su aplicación al Plan de Ordenación Docente (POD).

-¿Cuántos miembros forman su grupo de investigación?

-Somos 8 profesores y hay 8 alumnos que realizan sus tesis doctorales. La cifra ha bajado en los últimos años porque han bajado los programas de becas.

-La inauguración del Centro de Química Sostenible (Ciqso), con la presencia del Nobel Robert Grubbs fue todo un hito. ¿Cómo va el centro?

-El centro ya ha conseguido que se le conozca a nivel internacional. Pero queremos un centro en el que haya 3 o 4 grupos más de investigación para que se puedan abarcar los distintos campos de la química sostenible. A los grupos existentes queremos añadir otros especializados en recuperación de suelos, química del agua y catálisis heterogénea.

-Ya que habla de recuperación de suelos, ¿qué piensa del futuro de los fosfoyesos?

-Todo es posible con dinero suficiente. Se ha enviado una sonda a millones de kilómetros a que se pose en un cometa. Al lado de eso, inertizar unos millones de toneladas de material en los fosfoyesos sería una tarea costosa, pero viable con los fondos apropiados. Requeriría una investigación previa, la asociación de expertos de distintos campos y sobre todo, apoyo económico y consenso. No debería ser motivo de discusión política.