Huelva

La misión de extender la devoción

  • Una imagen de Nuestra Señora de la Cinta fue ofrecida hace cincuenta años a La Laguna. Sustituía a la que fue quemada en la iglesia de San Agustín, trasladada luego a Santa Cruz.

 LA devoción a la Virgen de la Cinta se encuentra extendida desde Huelva a distintos lugares. En algunos de ellos con la fuerza de contar con hermandad propia, es el caso de Madrid o Sevilla. En otros promoviendo un lazo afectivo como es el caso de la localidad de La Laguna, hasta donde fue ofrecida hace ahora cincuenta años una imagen de la Virgen para reponer otra que había sido destruida el 5 de junio de 1964, en el incendio de la iglesia de San Agustín. Se trataba de una imagen de buen gusto artístico, del genovés Antonio María Maragliano (1664-1741). Es la Virgen de la Consolación, llamada también por la devoción popular del lugar como de la Cinta; se salvaron las de san Agustín y la de santa Mónica, que se quemaron luego en el incendio del obispado nivariense.

Aquella Virgen de la Cinta de aromas agustinianos movió a los onubenses. El delegado provincial de Juventudes de Santa Cruz de Tenerife, días después del incendio, propuso a su homólogo en Huelva que fueran los jóvenes onubenses los que ofrezcan la imagen de la Virgen de la Cinta para reponer en La Laguna.

La iniciativa contó con apoyo local, así se puso en marcha por los jóvenes de la Organización Juvenil Española y la propia Hermandad de la Cinta, lo que fue la Misión Juvenil Virgen de la Cinta que tenía como objeto la recuperación de aquella imagen. Se encargó la realización de la imagen al escultor Antonio León Ortega. El artistas se inspiró en la imagen desaparecida pero no la reprodujo fielmente, tomando connotaciones de la imagen sedente de la Patrona de Huelva y no de la Virgen Chiquita; aunque con modificaciones como la presencia del niño o la granada, que se invierten de lugar, más cercana a la representación mural del santuario del Conquero.

Algo menos de un año se necesitó para materializar el ofrecimiento de Huelva al canario. El 12 de mayo de 1965 llegaba al puerto de Santa Cruz de Tenerife la imagen enviada desde Huelva.

La despedida constituyó un gran acontecimiento, se bendijo en el santuario de la Cinta en el primer día del solemne triduo que se le dedicó, por el obispo José María García Lahiguera. El domingo 9 de mayo de 1964 se organizó el traslado desde el santuario hasta el puerto onubense, donde sería embarcada en la fragata Martín Alonso Pinzón. Bajó por la cuesta de la Cinta hasta el Humilladero, siguió por las Colonias, Paseo de la Independencia, Plaza de la Merced, San José, Isabel II, José Nogales, La Placeta, Marina y Plaza 12 de Octubre para llegar al puerto. La imagen fue portada por los miembros de la organización juvenil y alumnos del colegio Menor Santa María de la Rábida.

En el muelle fue despedida por las autoridades locales, con palabras de afecto del obispo García Lahiguera: "¡Adiós! La palabra adiós siempre implica tristeza y nostalgia. Tristeza por lo que se va y nostalgia para cuantos se quedan y por lo que nos queda. Nos quedamos con la Virgen Chiquita, bien dentro de nuestros corazones. Y se nos va la Virgen de la Cinta. Esto no hay quien lo entienda, pero Huelva lo vive y lo comprende: la Virgen de la Cinta se nos va y se nos queda", dijo.

La recepción de la imagen  resultó todo un acontecimiento. Ocurrió que como la iglesia de San Agustín no se reconstruye la imagen pasó a la capilla del Hospital de Dolores, pero no estuvo al culto por falta de espacio adecuado. Guardada en un cuarto mortuorio sufrió un conato de incendio, resultando la imagen algo chamuscada. Cierto día la imagen salió de La Laguna para llegar a una parroquia santacrucera, donde hoy sigue estando; aquí sufrió una intervención nada afortunada, como lamenta Eliseo Izquierdo, en el periódico El Día.

La realización de aquella imagen resultó una ocasión para mover la misión de difundir la devoción onubense a la Virgen de la Cinta, que en este caso se une a la de la Consolación. Lo recordamos hoy, cuando se celebra el triduo a la Patrona de Huelva en su santuario.

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