Huelva

El PP confía en que Rodríguez renuncie a su acta en la oposición

  • El alcalde saliente sigue con la idea de quedarse en el Ayuntamiento. El partido apuesta por Ángel Sánchez y Juana Carrillo para liderar el grupo municipal en el nuevo mandato.

LOS apegos, vistos desde la hemeroteca: 11 de mayo de 1995, crónica de campaña electoral desde el cabezo del Conquero. En la foto publicada por este periódico, el candidato Perico Rodri, -empresario y fotógrafo, fichaje independiente para encabezar la lista del PP-, posaba junto a Matías Conde y algunos jóvenes aspirantes a concejal. El alcaldable lanzaba un mensaje a micrófono abierto a su contrincante Ceada: "El PSOE no va a conseguir la mayoría absoluta porque las posibilidades las tengo yo. Y lo digo sin ánimo de presunción".

Le faltaron dos concejales para la absoluta, pero lideró el vuelco de gobierno en la Gran Vía e inició lo que serían 20 años de periquismo, con sus luces y sus sombras. Y ahí, un climax vocacional que se convirtió en querencia.

En aquella primera campaña, Rodríguez confesó haber descubierto un inesperado pálpito político pateándose los barrios cinco meses antes. Una vez tomó el bastón, entró en una dinámica en la que, cada vez que se abría mediáticamente un debate sucesorio, siempre sofocaba el asunto declarando que sería alcalde "hasta que muera". La derrota del domingo, dos décadas después, no entraba en sus cábalas, como tampoco se respiraba en las encuestas. A la edad de 70 años, el aguerrido Rodríguez sabe que ya no hay cuarteles de invierno en los que hacer acopio de energía. O se mantiene en el candelero desde la oposición hasta que haya opciones en el Congreso o el Senado, o asume su definitiva jubilación.

La estrategia de reconstrucción del PP en la capital pasa porque el regidor saliente entregue el mando sin más demora y pase a la reserva.

Este purgatorio entre mandatos se está viviendo, pues, en el PP onubense como la crónica de una retirada conveniente para el partido y no asumida por el afectado.

Rodríguez sigue con el planteamiento de quedarse en el Ayuntamiento y, después de dos décadas en el poder, sentarse en el banquillo de la oposición como portavoz del grupo municipal del PP. En principio, el regidor en funciones mantiene la idea de tomar posesión de su acta de concejal el próximo 13 de junio en el Pleno de constitución de la nueva corporación. Según fuentes del partido consultadas por este periódico, así lo manifestó en una reunión convocada por el propio Rodríguez este miércoles, en la que estuvieron presentes todos los miembros del gobierno saliente.

Preguntado por los periodistas ese mismo día cuando estaba recibiendo a las hermandades del Rocío -su último acto como alcalde en funciones-, Rodríguez aseguró que su "principal preocupación en estos momentos" son aquellos que le rodean y han trabajo con él. Reconoció estar en una etapa de reflexión y asimilación de lo ocurrido. No habló de decisiones cerradas, pero sí adelantó que su propósito es traspasar él mismo los poderes al nuevo alcalde, el socialista Gabriel Cruz, considerando que es lo más adecuado para el desarrollo del Ayuntamiento.

Desde la dirección provincial entienden que es necesario hacer tabula rasa al inicio del nuevo mandato y no perpetuar una situación provisional que, entre otras cosas, sería un escollo para la reorganización del PP municipal con la designación de un nuevo líder. Los resultados del 24-M hicieron ostensible que la marca Perico -la carta a la que los populares se lo habían jugado todo- estaba amortizada. Quedó constancia de que el ciclo del periquismo terminó y de que se impone una renovación en las filas populares en el camino cuesta arriba hasta los comicios de 2019.

La percepción desde su entorno es que Rodríguez tratará de aferrarse a su escaño en la oposición para seguir en la escena política hasta que lleguen las elecciones generales de noviembre, moviendo hilos en Madrid para optar a un sillón como senador o diputado. Algo para lo que hay lista de espera y muchos codazos. Habida cuenta de que el alcalde en funciones se quedó sin su retiro dorado en la Presidencia del Puerto de Huelva -como se rumoreaba cuando el PP tuvo opciones en 2012 de gobernar en la Junta de Andalucía- y de que el año pasado dejó su cargo en el Parlamento andaluz por mantenerse en la Alcaldía, hay claros indicios de que, pese a su edad, Rodríguez no asume una jubilación política. Es un escenario que no asimila, entre otras cosas, porque en las quinielas prelectorales entraba que perdiera la mayoría absoluta, pero no que la lista del PSOE fuera la más votada.

En esta tesitura se está produciendo una situación insólita en las filas populares, por cuanto la mayoría de los concejales electos son hijos políticos del dirigente al que el partido abre ahora la vía de salida, desde la tesis de que lo más favorable para el PP -o lo menos perjudicial- es una retirada por la puerta grande.

Según las fuentes consultadas, si Rodríguez asume su acta de concejal el día 13 está condicionando la reestructuración del grupo porque los ediles que se incorporen en caso de que alguno/s rehuse quedarse en la oposición, no podrían tomar su acta hasta septiembre.

Los ocho escaños obtenidos dan silla en el Pleno, aparte de a Rodríguez, a Ángel Sánchez, Pilar Miranda, Saúl Fernández, Juana Carrillo, Francisco Moro, Berta Centeno y Felipe Arias. Se han quedado fuera de la corporación tenientes de alcalde que llevaban mucho tiempo en el Consistorio, como Carmen Sacristán y Manuel Remesal, así como concejales delegados como Mabel Valle, Teresa Herrera, Juan Antonio Márquez y Wenceslao Font.

El aparato del PP tiene previsto extrapolar al Consistorio onubense una figura existente en el Parlamento, el presidente del grupo popular. En este caso, del grupo municipal del PP. Un papel que desempeñará el presidente provincial del partido, Manuel Andrés González, según la información a la que ha accedido este diario. La apuesta del dirigente lepero para la portavocía municipal es Ángel Sánchez. Su designación como número 2 de la lista no fue arbitraria. Respondía a una estrategia en la que Sánchez sería el primer espada y Juani Carrillo la segunda, con una viceportavocía.

En paralelo, se barrunta que habrá más bajas, entre ediles amortizados en el periquismo y otros que ya llevaban tiempo reservándose el Plan B de una puerta giratoria, algo en lo que se anticipó Juan Carlos Adame, que abandonó el Ayuntamiento a cinco meses de las elecciones.

La cuestión es que la dirección del PP aspira a depurar esta transitoriedad, asentar sus filas, y estructurar el partido desde el Ayuntamiento con proyección al conjunto de la ciudad.

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