No hay prisa. Ese es el mensaje que insiste en trasladar el alcalde in pectore, Gabriel Cruz, ante la necesidad de alcanzar un pacto con otras fuerzas políticas para tomar el bastón de mando el próximo 13 de junio. Fiel a su estilo, el socialista asegura que guardará "tiempo y espacio" antes de iniciar la negociación que le permita ser investido como alcalde y, sobre todo, gobernar durante los próximos años en coalición o en minoría.

Cruz asegura que no tiene "prisas" a la hora de sentarse a hablar con otras formaciones, ya que tiene ante sí un escenario en el que "no hay que limar nada". Y además, el socialista reconoce que no tiene por qué reunirse con todas las fuerzas políticas para alcanzar un acuerdo que permita la gobernabilidad del Consistorio. El camino del pacto está marcado: IU ha expresado en numerosas ocasiones su intención de impulsar un gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento y sus tres concejales son suficientes para sumar la mayoría junto a los once del PSOE.

"Me gusta guardar tiempo y espacio", asegura, precisando que "en todo caso, será a partir de la próxima semana" cuando empiecen los contactos, pero "todavía" ni lo ha pensado. Tampoco quiere adelantar si su intención es optar por un gobierno en coalición o si buscará acuerdos puntuales para sacar adelante las iniciativas del equipo de gobierno. "Lo importante es que tenemos mucho trabajo por delante", asevera, insistiendo en la necesidad de esperar. "No debemos precipitarnos cuando tenemos tiempo para plantearnos cómo desarrollar el trabajo con rigor", señala.

Cruz sí está meditando el futuro alcalde la composición del nuevo gobierno local, las áreas que lo conformarán y "quiénes las ocuparán". En estos primeros días tras las elecciones que le dieron la victoria frente al PP después de 20 años, el socialista también reflexiona sobre lo que se van a "encontrar" de "manera inmediata" cuando lleguen al Ayuntamiento: una deuda de 242,6 millones de euros, entre otras cuestiones.