Huelva

Más de noventa años de El Comercial

  • Una veintena de personas participa en la visita guiada organizada por Puerta del Atlántico

El programa de visitas guiadas a construcciones y monumentos emblemáticos de la ciudad, organizado por el Centro Puerta del Atlántico, dependiente de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Huelva, continuó ayer con el edificio del antiguo Centro de Instrucción Comercial y Casino, conocido como El Comercial. El objetivo de la iniciativa, promovida por el informador turístico José María Maldonado, es mostrar a los ciudadanos el patrimonio histórico-artístico de la urbe.

Una veintena de personas participaron en esta visita guiada, que comenzó en torno a las diez y media de la mañana. Maldonado situó a los asistentes en el contexto histórico en el que se construyó la edificación, centro de reunión y de celebraciones de una burguesía que se había enriquecido con el negocio de las minas.

El edificio se empezó a construir en 1921, durante el mandado del primer presidente del Centro de Instrucción Comercial (Sociedad Cultural y Recreativa), José de la Corte, alcalde accidental de Huelva tras la muerte de Antonio Mora Claros. Diseñado por el arquitecto José María Pérez Carasa, su inauguración, el 1 de enero de 1923, fue todo un acontecimiento. Se organizó un gran banquete para 150 comensales, al que acudieron autoridades civiles y militares.

Se proyectó como una edificación de dos plantas y torreón con fachada a dos calles, la actual Jesús Nazareno y Béjar. La fachada es ecléctica, combina elementos mudéjares, renacentistas y barrocos. En los capiteles de las columnas del mármol que soportan los arcos de medio punto de la balconada de la primera planta se pueden apreciar las iniciales del Centro de Instrucción Comercial (CIC).

Fueron famosos los bailes de Carnaval que se celebraban en El Comercial, así como las fiestas de Fin de Año. También la Semana Santa la vivían intensamente los socios, especialmente la mañana del Viernes Santo, cuando se le cantaban saetas desde los balcones del edificio a la imagen del Nazareno cuando iba de regreso a la parroquia de La Concepción.

Maldonado apuntó que el Comercial acogió la capilla ardiente de Manolito Litri. Al torero lo cogió un astado de nombre Extremeño, de la ganadería de Guadalest, en la plaza de toros de Málaga, el 11 de febrero de 1926 y falleció una semana después.

La sociedad cultural se mantenía con las cuotas de los socios. Con el paso del tiempo el número de asociados fue bajando, lo que hizo insostenible el mantenimiento del edificio, que fue comprado en 1996 por la empresa Godosa, que lo rehabilitó, manteniendo su bella fachada, así como algunos elementos de su interior como la escalera de mármol con barandilla de hierro fundido, los artísticos paños cerámicos que recorren las paredes de las escaleras, una cristalera con el antiguo escudo de la ciudad y un gran reloj de la marca Regent.

Tras la restauración de la edificación, la planta baja albergó una entidad bancaria y actualmente, un moderno bar, cuyas paredes están adornadas con una colección de seis pinturas del artista onubense Juan Carlos Castro Crespo. El edificio se ha adaptado al paso del tiempo manteniendo una parte del ayer.

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