Huelva

Las hermandades traen la alegría y las emociones de la romería

  • Emigrantes y Huelva vuelven a llenar el centro de la capital de sentimiento rociero La avería de un autobús provoca el retraso de una hora en el paso de los cortejos

Tan solo hace una semana que todo empezaba y ya El Rocío de 2015 es recuerdo. Ese es el pensamiento que reflejaban los cientos y miles de rostros de los onubenses que llegaron ayer a la ciudad tras vivir en la aldea almonteña la Romería de Pentecostés. La tarde del regreso es una amalgama de sentimientos en la que, pese a todo, predomina la alegría. A la caída de la tarde el centro era ya un constante ir y venir de gente pendiente de escuchar los cohetes que son la señal inequívoca de que las hermandades están cerca. A las filiales se las despide por la mañana y se les da la bienvenida por la tarde. Así lo marca la tradición y Huelva la respeta.

La llegada, sin embargo, se hizo esperar. Estaba previsto que Emigrantes alcanzara la Plaza de la Constitución a las 20:00 y, sin embargo, lo hizo una hora después de lo indicado. Muchas personas se trasladaron hasta la Plaza del Punto para atisbar la cabeza de la comitiva que entraba a la ciudad por la Avenida Guatemala, extrañadas de la demora. La vista desde El Punto es bonita ya que, dada la configuración de la Alameda Sundheim cuesta abajo, permite tener una hermosa perspectiva de los caballos, la carreta del Simpecado y resto del cortejo en su descenso hacia el centro de la ciudad.

Cuando Emigrantes llegó ante el Ayuntamiento, Huelva volvió a vibrar con el sentimiento rociero. El alcalde en funciones de la ciudad, Pedro Rodríguez, saludó a los romeros, en especial a la hermana mayor, Mar Terrada, que, a causa de unos problemas de salud que le surgieron el martes, tuvo que se trasladada a un centro médico, aunque afortunadamente pudo regresar con los peregrinos. Sin embargo, el trayecto lo hizo en un carro.

En la Plaza de la Constitución también se contó con el ingrediente musical de la Banda Sinfónica Municipal dirigida por Francisco Navarro, al que hubo que sumar las espontáneas palmas, sevillanas y vivas que forman parte de la esencia del Rocío y que parten tanto desde el propio público como de los romeros.

El retraso en la llegada de Emigrantes tuvo su repercusión en la de Huelva. La razón de la demora hay que buscarla en la avería de un autobús de Emtusa, que bloqueó el paso por la Plaza de las Monjas. Ambas filiales tuvieron que esperar hasta que la Policía Local les avisó de que la vía ya estaba libre y que los cortejos podían circular sin problemas por el centro.

Huelva realizó su tradicional recorrido en el que vuelve a encontrarse con la capital. En la Comandancia de Marina vivió el emotivo momento en el que el hermano mayor de este año, Francisco Millán, le entregó el guión del camino al hermano mayor de 2016, Manuel Castilla, que de esta manera asume oficialmente la responsabilidad de llevar a la Hermandad de Huelva a los pies de la Blanca Paloma el próximo año.

Como pasara con Emigrantes, los cohetes fueron avisando de la proximidad del cortejo y la carreta del Simpecado alcanzó la Plaza de la Constitución a las 21:45. Se vivieron momentos muy emotivos, protagonizados especialmente por Paco Millán, quien ha vivido una romería atípica. Pese a ello, confesaba que "estos días de romería han sido los mejores de mi vida". Los contratiempos le han venido de la mano de la salud. Estuvo con antibióticos los 20 días antes de iniciar el camino y con la duda hasta casi el último momento de que pudiera ir al Rocío. El segundo contratiempo le vino en La Matilla, en el camino de regreso, y pudo haber sido producido por alguna picadura. Todo está a la espera de lo que diga la analítica, pero Millán tuvo que interrumpir el camino de regreso con la hermandad y volverse a su casa. No obstante, cuando la comitiva llegó a la Plaza de la Constitución, el hermano mayor salió de uno de los coches de supervisión de la comitiva de esta filial pasa saludar al alcalde y pronunciar los correspondientes vivas a la Virgen del Rocío.

Emigrantes y Huelva coincidían en indicar que la romería de este 2015 había sido muy buena. Los rostros castigados por el sol, el cansancio y el polvo atestiguaban que un año más esta ciudad ha hecho resurgir su espíritu rociero que cada vez que se acerca del Lunes de Pentecostés revive y hace girar las cabezas hacia donde está la Reina de las Marismas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios