El número de parados en Huelva, según los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) conocidos ayer, bajó durante el primer trimestre del año en 18.100 personas, hasta un 20,7% en términos relativos. El descenso, el segundo mejor registrado en Andalucía tras Almería, es una noticia muy positiva para la economía de la provincia. Es, además, el mayor que se ha dado en Huelva en este periodo en los últimos años. Aún así, el balance no termina de ser positivo por no mejorar los datos de hace un año: hay 800 parados más que en el inicio de 2014, un 1,1% más. Es decir, en Huelva se mejora bastante respecto al trimestre anterior pero se empeora en la comparación con los números de hace un año.

La misma lectura se puede obtener fijando el análisis en los datos de ocupación. Durante los tres primeros meses de 2015 se creó empleo en la provincia: hasta 11.700 puestos más, un crecimiento del 7,3% respecto al cierre de 2014. Pero al tomar como referencia el mismo periodo del pasado año, se habla entonces de destrucción de empleo: 200 menos en términos absolutos, un 0,10% menos, que tampoco ayuda a lanzar las campanas al vuelo.

La tendencia positiva que se observa en los últimos meses se confirma. Hay lugar para la esperanza, aunque los datos siguen siendo terribles para el mercado laboral onubense y con algunos matices que no hay que olvidar.

De forma paralela al movimiento del número de parados, el número de onubenses activos (la población en disposición de trabajar) también ha caído en 6.400 personas en el último trimestre, y ha crecido en 600 en el último año. No es un dato que justifique la variación de las personas que confiesan estar buscando un empleo, computadas en la EPA como parados, pero hay que tenerlo en cuenta. Refleja también el desánimo en muchos, que han podido desistir en la demanda de trabajo en estos tres primeros meses de 2015.

La tasa de paro deja los mismos signos de tibieza: 6,6 puntos de rebaja en el periodo considerado, quedando por debajo de la barrera psicológica del 30% (28,7%) pero sin llegar a mejorar el porcentaje del primer trimestre de 2014, tres décimas mejor, y con unos niveles que siguen siendo muy preocupantes: más de una cuarta parte de quienes están dispuestos a trabajar no tienen empleo.

Por sectores, destaca la pérdida de empleo producida en la agricultura en este arranque de 2015. Se caen 2.400 puestos, sin que aún se refleja el grueso de la contratación realizada para la campaña de recogida de la fresa, que se centra más en abril y mayo. Es significativo cómo en el resto se creó trabajo en el último trimestre, especialmente en los servicios (9.800). Aunque en la comparativa interanual, el mayor aumento viene de la construcción, en 6.000 personas, y en el otro extremo, la pérdida agrícola alcanza las 8.800.