Huelva

Las farmacias onubenses sufren el desabastecimiento de 58 medicamentos

  • La patronal del sector denuncia que la falta de suministro implica cambios de fármacos para los pacientes El origen de las carencias está en la falta de existencias de los laboratorios

Un total de 58 medicamentos que deberían estar en las farmacias de la provincia no pueden encontrarse por problemas de distribución, lo que representa una situación de desabastecimiento. En estos fármacos se incluyen compuestos de un uso muy generalizado, como la metformina -un antidiabético-, algunos antibióticos, medicamentos para la tensión, diuréticos...; es decir, fármacos de una utilización muy extendida entre buena parte de la sociedad.

El dato de los 58 medicamentos corresponde al jueves de esta misma semana y fue facilitado por la patronal de farmacias, la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa). El desabastecimiento de esos 58 medicamentos no implica necesariamente que el usuario se vaya de la farmacia sin un compuesto que pueda usar, ya que se le puede dispensar otro genérico con el mismo principio activo, pero esto supone trastornos tanto para la propia dinámica de la farmacia como para el paciente.

El presidente de Ceofa, José Luis Márquez, explicó que los desabastecimientos son una constante desde que la Junta de Andalucía optó por las subastas, un proceso por el que la Administración autonómica busca un ahorro en la factura farmacéutica pues se guía por el precio más bajo ofertado. En esta ocasión, un laboratorio de Bangla Desh se ha hecho con el 50% del cómputo total de la última subasta realizada. El problema, según se explica desde la patronal de las farmacias, surge en el momento en que los laboratorios no cumplen con lo requerido en el contrato que firman con la Junta. Ese contrato les obliga a tener preparado las cantidades comprometidas y su distribución justo en el momento en el que el contrato entra en vigor. Ceofa dice que esto no se cumple habitualmente: "Las empresas adjudicatarias tienen la obligación de tener una capacidad de producción suficiente como para que las partidas estén preparadas en el momento en que el contrato entra en vigencia", explica Márquez.

Pero a pie de farmacia, ese incumplimiento provoca trastornos. En primer lugar, como recuerda el presidente de Ceofa, entre los propios usuarios. Aunque estos fármacos tienen el visto bueno e la Agencia Española del Medicamento, los cambios que se puedan realizar con otros genéricos si los que el paciente pide no están, puede dar como resultado diferencias de bioequivalencia. Otro problema es que al usuario "se le da un medicamento con otra presentación lo que supone un problema para las personas de edad avanzada que en muchos casos, se guían por las formas y colores de las cajas para saber para qué les sirve cada medicamento".

Los retrasos, que en criterio de Márquez, son reproducen en todas las farmacias y suelen ser prolongados van en contra de uno de los objetivos que la Junta tiene marcados con el uso de las subastas: el ahorro. Si al paciente no se le puede dispensar el compuesto prescrito, hay que optar por otro genérico que no se ha incluido en la subasta o uno de marca. De esta manera, el ahorro que podría conseguirse a través de las subasta se atenúa.

Para las oficinas de farmacia, el no contar con los medicamentos que pide el paciente incrementa la burocratización de su actividad ya que deben comunicar al Colegio de Farmacéuticos estas anomalías.

Para el presidente de Ceofa, las subastas de medicamentos tienen otros efectos colaterales, ya que "dan prioridad casi siempre a laboratorios que se encuentran no solo fuera de Andalucía sino de España con lo que esto supone en pérdida de puestos de trabajo".

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