Huelva

A Marruecos en misión solidaria

  • Dos jóvenes onubenses realizan la Panda Raid y llevan material escolar a colegios marroquíes

Le gusta el mundo del motor y quería vivir la experiencia, vinculada además a un proyecto solidario cuyos beneficiarios son los niños. El onubense José Carlos Contreras se llevó un año preparando su vehículo, un Seat Marbella, y se inscribió en la séptima edición de la Panda Raid, una ruta de siete días por la geografía marroquí, con etapas diarias, determinadas por la organización, por distintos tipos de terreno, poniendo a prueba la destreza del piloto y la resistencia del vehículo.

Contreras se embarcó en esta aventura con Oscar Bonaque, su copiloto en la ruta. Participaron doscientos vehículos procedentes de distintos puntos de España, y cada coche llevó veinte kilos de material escolar para distribuir en colegios de Marruecos. Los jóvenes onubenses aportaron casi cuarenta kilos, donados por empresas, particulares e instituciones públicas, como el Instituto Andaluz de la Juventud. Esta iniciativa solidaria se lleva a cabo en colaboración con la ONG Camino del Sur. Los centros escolares destinatarios fueron Amina, Blaghma, Rbite, Dovira, Amichil, Ibnou, Sina, Zrigat, Alkasba, Alhadbane, de la región de Errachidia, sede de la ONG.

Contreras y Bonaque salieron de Lucena del Puerto y se embarcaron en Algeciras hasta Tánger, recorriendo durante los siete días unos 4.000 kilómetros. "Fuimos hasta el sur de Marruecos", señaló Contreras, que apuntó que "la experiencia fue muy buena", de hecho se están planteando repetir el próximo año.

Indicó que fue muy enriquecedor, "allí hay mucha necesidad y con cualquier cosa que lleves te hacen una fiesta".

Comentó que todo transcurrió sin incidencias, "el coche aguantó sin problemas". Antes de meterse en esta aventura, hizo rutas previas por Lucena del Puerto, Mazagón y Bonares, para ver cómo respondía el vehículo. Señaló que en Marruecos, la zona más arenosa fue la que entrañó mayor dificultad, "el espacio de desierto". Contreras explicó que tenían las etapas marcadas pero cada uno se preparaba su itinerario y luego se reunían todos los participantes en el campamento, donde dormían en tiendas de campaña, destacando las bajas temperaturas reinantes en las noches marroquíes.

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