Huelva

Condenado a 12 años y medio de cárcel por alijar 2.350 kilos hachís

  • La sentencia también le impone el pago de una multa de 6,5 millones Tres personas más están procesadas por tráfico de drogas

La Audiencia Nacional ha condenado al jefe de una banda dedicada al tráfico de drogas a 12 años y seis meses de cárcel y al pago de una multa de 6,5 millones por intentar alijar 2.350 kilos de hachís en la Costa de Huelva.

La sentencia condena a otras tres personas, dos onubenses y un marroquí, por tráfico de drogas.

Durante el año 2012 varias personas radicadas en Isla Cristina, bajo la dirección del condenado a mayor pena, actuaron de manera concertada para transportar grandes cantidades de hachís desde la costa de Marruecos a Andalucía, que después entregaban a distribuidores.

De dicha estructura sólo se ha identificado al onubense que se encargaba de reclutar a otras personas para pilotar las embarcaciones y efectuar la descarga de los alijos de hachís en la playa.

El 12 de septiembre de 2012, al atardecer, cuatro personas no identificadas, que seguían las instrucciones del jefe, recogieron una embarcación neumática semirrígida en la nave que este último tenía en Mazagón y la trasladaron al puerto deportivo de dicha localidad, donde la botaron, ejerciendo de pilotos dos de ellos.

La embarcación se dirigió a la costa atlántica del norte de Marruecos, donde recogió un cargamento de hachís el 13 de septiembre y en la noche del día 14 llegó a la playa de Urbasur en Isla Antilla, en Lepe, donde se procedió a su alijo por parte de un grupo de personas.

Fue en ese momento cuando un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera apareció en la playa e intervino 80 fardos que contenían 2.351 kilos de hachís.

Ante la sospecha de que pudiera estar ocurriendo un alijo de drogas, se estableció una vigilancia estrecha de la embarcación, permitiendo la llegada de la misma a la playa, hasta su varada, para que no pudiese dar la vuelta a la mar debido a las adversas condiciones meteorológicas, con olas de más de tres metros. Una vez en la playa, los ocupantes de la embarcación iniciaron la descarga de los fardos de la droga hacia dos vehículos todo terreno que le esperaban para transportar la mercancía.

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