Huelva

Cuando el dolor cruza la puerta

  • El Centro de Escucha San Camilo trabaja con personas a las que les cuesta superar una pérdida importante La muerte de un ser querido y rupturas matrimoniales provocan las mayores crisis

Las crisis personales más profundas vienen de la mano de las pérdidas que se sufren a lo largo de la vida. De esto sabe mucho la Asociación de Acompañamiento en el Duelo y las Pérdidas, entidad vinculada a Religiosos Camilos.

Con el propósito de divulgar la labor que realiza a través de su Centro de Escucha, la unidad móvil de dicha asociación ha visitado Huelva y se ha celebrado una jornada en la Universidad.

La pérdida de un ser querido, del trabajo, del hogar, rupturas matrimoniales... son situaciones que se afrontan y para las que en muchas ocasiones la persona se siente sola o desvalida. El ámbito de actuación, por lo tanto, es amplio, pero a día de hoy el "80% de las consultas que llegan al centro tienen como origen el fallecimiento de un ser querido", explica Valentín Rodil, responsable de la unidad móvil que en plena vía pública atendió a una veintena de personas que sentían la necesidad de descargar su angustia a los psicólogos que dan cobertura a dicha unidad, que cuenta con el respaldo de la Obra Social La Caixa.

El Centro de Escucha San Camilo lleva tres años en Huelva y atiende a un millar de personas al año que atraviesan "situaciones complejas y duras". La pérdida de un familiar o de un ser querido pasa por ser el acontecimiento más impactante para la persona, "sobre todo si es una muerte repentina o si ésta se ha producido tras una larga enfermedad". También son muy difíciles de asimilar los fallecimientos de niños o los suicidios. Las personas que peor lo pasan son las mayores y las adolescentes.

Los centros tienen dos objetivos: aceptar lo que ha ocurrido y afrontar y controlar el torbellino de sentimientos que le siguen. Lo aconsejable es que tras superar esas etapas la persona pueda afrontar su propia situación de manera autónoma. La crisis también ha acarreado un efecto muy negativo sobre la situación de muchas personas que han visto cómo perdían su trabajo, su estatus social o incluso su hogar. Valentín Rodil, que es además psicólogo, no minimiza la importancia que este tipo de episodios tiene en la vida de una persona. Sin embargo, no es lo peor. La parte más cruda y dañina es "la lectura que hace de lo que le ha pasado". Para ello hay que tener en cuenta los recursos internos con los que cuenta cada persona que le permitan afrontar los sentimientos de culpabilidad y de autorechazo que fácilmente le van a asaltar: "Lo peor de una situación como las descritas son los azotes que la persona se autoinflige y que le llevan a sentirse sola".

Pero para Rodil hay otro efecto de la crisis que llega a los centros y éste es los recortes asistenciales: "Percibimos que hay gente que acude a nosotros al comprobar que las consultas de Salud Mental están saturadas y que han de esperar hasta tres meses para que los atienda un profesional". Son más mujeres que hombres las que acuden al Centro de Escucha. Hay, además, algo que les diferencia: ellas acuden cuando prevén que algo grave les está a punto de suceder; ellos, cuando ya ha sucedido.

Las personas que contactan con el centro tienen la oportunidad de asistir hasta a 20 consultas individuales con psicólogos o voluntarios. Además se establecen grupo de autoayuda. En Huelva hay uno que presta atención a familias que han sufrido un suicidio.

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