Una de las salvaguardas para el sector ibérico de calidad es la nueva Norma de Calidad del Ibérico, que ha cumplido hace pocas semanas su primer año de vida, un plazo escaso que hace que aún no estén en vigor todos sus términos.

Para saber su resultado habrá que esperar a que en el mercado la mayoría de los jamones estén identificados de acuerdo con la misma y los acogidos al período transitorio supongan un volumen minoritario.

Aún así, desde Jamón de Huelva tienen claro que el futuro del subsector tradicional del ibérico en la Sierra no debe pasar sólo por la Norma de Calidad del Ibérico, amparo mínimo que el consumidor nacional e internacional exige y reconoce, sino por otros niveles superiores donde la calidad y distinción estén por encima de la cantidad. Aún así es muy importante para el presidente de la DOP, Guillermo García-Palacios, porque evita la "competencia desleal de antes y prima al ibérico puro".

Además, en la DOP creen que para la provincia de Huelva su elemento diferenciador no puede ser la Norma de Calidad sino su Denominación de Origen, reconocida por el Ministerio y protegida por la Unión Europea.

Aquí García-Palacios lanza un mensaje a los políticos, principalmente PP y PSOE, para que no sigan "enfrascados en el interés político y luchen juntos por el interés social" ante la advertencia de que "Huelva corre peligro, paralizada a día de hoy en infraestructuras, de pasar a ser una provincia pobre pese al potencial que tiene" y reclama que el "ibérico debería ser un tema capital a diario para los políticos, partidos y sociedad en general".