Entre las letras críticas y reivindicativas del Carnaval, también tienen cabida las palabras de amor. Noche dominical, y la fase preliminar del concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino continúa en la bombonera.

La jornada comenzó con una comparsa infantil onubense, El deseo, que estaba fuera de concurso. La llamada "cantera del Carnaval", formada por hijos de comparsistas y murguistas de la provincia de Huelva, demostró un gran nivel desde la presentación, en la que afirmaron que "aquí me veo como mi padre formándote el guirigay", a pesar de la corta edad de sus integrantes. Dedicaron sus letras al Carnaval y a Huelva principalmente, también mencionando a sus familias a las que "le doy las gracias por hacerme carnavalero". Realizaron unos cuplés dirigidos a "los atardeceres de nuestra Huelva maravillosa" y al 125 aniversario del Recreativo de Huelva.

Antes de que comenzasen a salir al escenario las agrupaciones que participan en el certamen de agrupaciones, el jurado realizó el aviso de la penalización impuesta a la comparsa onubense Los Samurais, que actuaron el pasado sábado. Las bases del concurso estipulan "un tiempo máximo de 10 minutos para el montaje del decorado de cada agrupación", por lo que el jurado decidió sancionar con 25 puntos a Los Samurais "por prolongar el tiempo de montaje en cinco minutos por encima del máximo estipulado".

Después de este aviso, la comparsa mixta Aquí mando yo, procedente de Isla Cristina, se subió al escenario del Gran Teatro. Ataviadas con llamativos disfraces de la reina de corazones, demostraron que la elegancia no va reñida con el Carnaval. Las reinas rojas dedicaron su primer pasodoble a "un país que propone sus leyes para ricos y reyes, es una basura", y en el segundo hicieron un canto a "los amores verdaderos". En clave de humor, los cuplés lo dirigieron a los policías y las multas y a las operaciones del rey emérito. Las voces femeninas de las integrantes acompañadas por un piano, hicieron del popurrí algo original y novedoso que sacó aplausos al público de la bombonera.

El punto divertido de la noche llegó con la murga onubense Los hombres de negro. Disfrazados del personaje televisivo Mario Vaquerizo, los miembros de la agrupación dedicaron sus letras a diversas temáticas como la forma de vestir de los adolescentes, las redes sociales y a la infanta "que no sabía nada" porque "los borbones en eso de hacerse el tonto son los mejores". Levantaron a los espectadores de sus butacas y los hicieron bailar con una coreografía que le puso ritmo a la jornada carnavalera.

Tras el descanso, la comparsa mixta puntaumbrieña La muñeca realizó su actuación en el teatro onubense, dejando clara en sus letras "la independencia de la mujer". Las dulces voces de las integrantes de la agrupación, disfrazadas de muñecas de todas las partes del mundo, les cantaron al amor a sus parejas "si de nuevo yo naciera, volvería a quererte igual que el primer día", y a sus nietos que "me quitan todas las penas, si no fuera por ellos no tendría ilusión". Sus reivindicativos cuplés los dirigieron a los corruptos "prefiero ser muñeca de madera que una persona vacía y sin sentimientos."

Llegó el turno de Los poca luz, murga palmerina que trajo consigo un gran número de espectadores al Gran Teatro. Los coloridos vampiros dedicaron su primer pasodoble a Huelva y a Andalucía, que para ellos es "la mejor madre". También mencionaron en sus letras a los estudiantes que emigran por no encontrar trabajo en España y que"salgo a otro país para buscar otro futuro".

La comparsa onubense Antoñita la Fantástica cerró la jornada dominical de actuaciones, con composiciones centradas en la libertad de la mujer que "no vive enamorada, se enamora cada día", y cuya vida "es solo mía, y mis noches y mis días". Llenaron el Gran Teatro de positivismo con sus letras dirigidas a la lucha por los sueños "el protagonista de tu vida eres tú" y a mirar lo mejor de la vida con "fantasía de mil colores para pintar este mundo gris".