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Antonio Ruiz Elvira: "Los fosfoyesos, una de las mayores porquerías en la historia del país"

  • El catedrático Antonio Ruiz Elvira señaló que quienes tienen que arreglar esta situación son "los que han ganado dinero con ello" · También reclamó "no trasladar los problemas" a la siguiente generación

La problemática sobre las balsas de fosfoyesos fue uno de los puntos a los que hizo referencia el catedrático de Física de la Universidad de Alcalá, Antonio Ruiz Elvira, quien definió estos vertidos como "una de las mayores porquerías que ha habido en la historia del país". Asimismo, denunció que en todo lo referente a este tema "se ha tratado de enterrar la responsabilidad", puesto que resulta más fácil "cerrar los ojos", sobre todo, señaló, "para los responsables". Además, indicó que los que deben arreglar este problema "son los que han ganado dinero con ello".

Junto a esto, Ruiz Elvira aseguró que "las mismas empresas que montaron el polo químico podían haber invertido dos duros más" para ser menos contaminantes, pero que no lo hicieron "sólo para ganar un poco de dinero más". Además, censuró que las empresas vayan afirmando que si no se les deja "hacer lo que les da la gana no hay trabajo, porque es mentira", y manifestó que "si se les obliga a vender cuidando el medio ambiente lo hacen sin ningún problema".

Por otra parte, el catedrático afirmó que el cambio climático "es uno de los primeros ejemplos del cambio global", puesto que "el consumo de energía salvaje ha cambiado las condiciones de la atmósfera, y la atmósfera responde muy deprisa". Además, avanzó que "lo mismo va a pasar con los mares y suelos", lo que ocurre es que el cambio atmosférico "lo hemos visto antes".

Ruiz Elvira aseguró que "podemos invertir" este cambio, para lo cual sería necesario "modificar nuestras pautas de comportamiento" para alcanzar "un desarrollo cualitativo en vez de uno cuantitativo". Además, el catedrático señaló que "es un cambio que se refiere a nuestra mente y va en contra de todos nuestros instintos básicos", pero aseveró que "lo podemos hacer".

Asimismo, recordó que los cambios de mentalidad han ocurrido a lo largo de la historia "porque la gente se ha hartado", y citó, como caso más elemental el de la revolución francesa, la cual, según sus palabras, se produjo "cuando la gente se cansó de ser esclava de unos parásitos". Junto a esto, afirmó que en la actualidad también "estamos rodeados de un grupo gigantesco de parásitos que no nos deja desarrollarnos como tenemos que desarrollarnos". De esta manera, indicó que "nosotros podemos hacer lo mismo", y solamente "tenemos que abrir un poco los ojos".

En cuanto a las energías renovables, Ruiz Elvira pronosticó que "seguirán desarrollándose y bajarán de precio". Sin embargo, advirtió de que se plantea un nuevo problema, puesto que si estas energías siguen avanzando al ritmo actual significaría capturar "diez veces más energía, lo que supondría 70.000 millones de personas en el planeta", algo para lo que "tenemos energía, pero no tenemos suelo". Además, el catedrático sostuvo que "no podemos hacer lo que hemos hecho siempre, trasladar un problema hacia el futuro", ya que "los problemas se resuelven cuando te enfrentas a ellos".

De esta manera, señaló que "lo que necesita la gente" es saber que existe la posibilidad de un cambio, que haría "que la vida pueda ser mucho más agradable que meterse cada fin de semana en un atasco infernal", y abogó por cambiar el modo de ver las cosas, de tal forma que en vez de pensar "que la naturaleza está para nosotros, que nosotros vivimos en la naturaleza y no contra ella".

Además, indicó que "basta con abrir ciertas puertas" para que aparezcan "infinidad de ideas", las cuales suponen "un cambio minúsculo, pero importante" en el modo de vida de las sociedades. A modo de ejemplo, Ruiz Elvira apuntó que "cuando empezamos a utilizar energía, descubrimos que no teníamos que usar a los seres humanos como mulas, sino que podíamos utilizar máquinas". De esta manera, según sus palabras, "desaparecieron los esclavos y las guerras para conseguir esclavos".

Al hilo de esto, abogó por "vivir con la naturaleza en vez de destrozarla", así como "cambiar el entorno donde vivimos para cambiar las cosas". Asimismo, apuntó que "si queremos reducir la población tenemos que cambiar nuestras pautas de conducta". Como ejemplo, Ruiz Elvira declaró que, en la antigüedad, "la humanidad ha tenido hijos como seguridad social". Así, aseguró que "si se cambian las expectativas de vida de la población se deja de crecer", por lo que si se consigue convencer de que "ya no necesitan a los hijos para sobrevivir cuando sean ancianos", la población se adaptará.

En cuanto a las informaciones que ponen en duda la existencia de un cambio global, el catedrático las dividió en tres tipos. En primer lugar, las procedentes de "institutos de investigación pagados por petroleras que se sacan de la manga descubrimientos rechazados por la ciencia". Otro de los colectivos sería el formado por "gente realmente consciente que odia la idea de cambiar", mientras que el último grupo se compondría de científicos que "creen que lo están haciendo para demostrar una realidad" pero que también tienen miedo al cambio.

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