Huelva

García-Palacios insiste en que sólo será candidato a presidir la FOE si Ponce se retira

  • La junta directiva de la patronal debe respaldar hoy el cese de Pérez Lozano Se espera aprobar el calendario electoral

Unas horas antes de que se celebre una de las juntas directivas más tensas de los últimos años en la Federación Onubense de Empresarios, el presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios, reiteraba ayer su postura sobre una posible candidatura a la presidencia de la FOE: no la presentará a priori, asegura, pero si Antonio Ponce no lo hace, será candidato para el proceso electoral que se espera iniciar hoy.

El actual presidente de la patronal comunicó hace unos días de forma oficial al comité ejecutivo su intención de presentarse a la reelección al cargo, pero "si mañana Antonio Ponce decidiera no presentarse, yo presentaría mi candidatura", aseguró el presidente de Asaja-Huelva en declaraciones a Europa Press.

José Luis García-Palacios explica que se planteó la posibilidad de optar a la presidencia, y así se lo propuso a Antonio Ponce, motivado por un grupo de empresarios que le empezaron "a iluminar" para que diera el paso al frente. Esa presión "se agravó" cuando el empresario Francisco Fonseca, al que desea suerte, decidió presentarse.

En esa disyuntiva sobre si presentar o no una candidatura recibió el apoyo de su familia, de la Caja Rural del Sur, que su padre José Luis García-Palacios preside, y de Asaja-Huelva, asevera. Algo que descarta por ahora tras anunciar Ponce su candidatura.

Antonio Ponce comunicó el pasado día 10 al comité ejecutivo de la organización su voluntad de optar a la reelección en el cargo. En esa misma sesión comunicó la propuesta de cese de Fernando Pérez Lozano como secretario general que hoy tendrá que ser ratificada por la junta directiva de la FOE. La sesión también sirvió para tratar sobre el telón de fondo de la crisis de la patronal: la situación económica de la organización es crítica y obligó a Antonio Ponce a anunciar un plan de viabilidad/programa electoral basado en la reducción de los costes de funcionamiento y la refinanciación de la deuda bancaria. Ese plan se traducirá en un expediente de regulación temporal de empleo de un 45% e la jornada laboral y bajadas de salario de hasta un 29%.

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