Huelva

Vasos medio llenos, medio vacíos

  • Befesa mantiene su actividad en el recrecido de los depósitos que, asegura, ya contemplaba el proyecto inicial La ejecución de las obras de la polémica ampliaría en diez años la vida útil

El futuro del vertedero de Nerva sigue siendo objeto de polémica después de 16 años de actividad. En los últimos meses se ha avivado entre el rechazo de los grupos políticos del Ayuntamiento de la localidad y la postura de Befesa, la empresa dedicada de la gestión del Centro de Residuos Industriales, que entiende que está legitimada por el proyecto inicial para mantener su actividad. De hecho, lo sigue haciendo en la actualidad, al margen de los pleitos judiciales y políticos, de las iniciativas parlamentarias, y de las interpretaciones que se suceden sobre los depósitos de residuos. Parece que la cuestión se reduce al estado de los vasos, cuyo llenado varía según la perspectiva.

Befesa tiene claro que no está actuando al margen de la ley. Para explicarlo recurre al proyecto que le llevó a hacerse con la gestión del vertedero en Nerva. En el mismo, asegura la empresa, ya se contemplaba todo el sistema de depósitos de residuos del que hace uso en la actualidad, sin necesidad de ampliaciones ni de actuaciones complementarias. Pero es aquí donde hay aristas.

Los llamados vasos para contener los residuos eran tres, tanto en el caso de los peligrosos (RP) como de los no peligrosos (RNP). Sus respectivas capacidades se complementan con el llamado recrecido final para ambos tipos de residuos, que, simplificando, es la montonera que se elevaría sobre ras de suelo, cubriendo el conjunto de los tres vasos de RP y dos de los vasos de RNP. Pero mientras unos pueden entender una ampliación de la capacidad original, la empresa se afana por aclarar que ya se contaba desde el principio con el volumen que aportarán los dos recrecidos finales. Sin necesidad, insisten, de nuevas autorizaciones.

Esta explicación de la empresa la aporta la directora del Centro de Residuos Industriales, Nereida Pascual, quien abrió sus instalaciones hace unos días a Huelva Información para hablar en profundidad sobre la actividad de Befesa en Nerva y aclarar los puntos de fricción existentes sobre el futuro de la actividad.

Pascual sostiene que "un proyecto de este tipo no se hace de una vez". El desarrollo de la planta, insiste, "se debía ejecutar en varias fases y el recrecido era una fase que ya estaba contemplada de origen". Tanto como que "la Consejería ya autorizó las capacidades", entre las que se contaban las aportadas por los recrecidos finales para los vasos de residuos peligrosos y no peligrosos.

El Pleno del Ayuntamiento rechaza de forma unánime ese recrecido. También Izquierda Unida, que ha tomado la bandera y ya ha llevado varias ocasiones al Parlamento de Andalucía el debate sobre el futuro del vertedero industrial. Dicen que los tres vasos originales de residuos peligrosos están colmatados (llenos) y que los correspondientes a no peligrosos están próximos a ello, si no lo están ya. En la empresa, en cambio, no ocultan que los vasos originales están completos y que el recrecido se encuentra en explotación, aseguran, con la legitimación del proyecto original.

La vuelta de tuerca llega a causa de las obras que Befesa pretende realizar en los depósitos de RP. La directora del centro explica que no se trata de una ampliación y que sólo pretenden asegurar el recrecido en estos tres vasos actuando sobre el talud natural que los rodea. De forma detallada, apunta, se trata de elevar sobre el terreno el camino y el canal perimetrales para que el depósito de los vertidos se asiente sobre la nueva pared generada junto al monte que lo rodea.

La empresa pidió para ello en 2009 la correspondiente licencia de obras al Ayuntamiento, que, finalmente, la rechazó. "Paralizaron el plazo para otorgar la licencia aludiendo a la necesidad de pedir un informe previamente a Medio Ambiente, pero la resolución judicial del mes pasado señalaba que ese informe no era vinculante ni preceptivo, por lo que no cabía la paralización del plazo y por eso determinó que la licencia de obras debía otorgarse por silencio administrativo", explica la directora del vertedero.

Con esa sentencia recurrida por el Ayuntamiento, Nereida Pascual sostiene que la empresa puede seguir la explotación en el recrecido sin necesidad aún de ejecutar las obras. Los residuos se están depositando de forma concéntrica en un punto central del conjunto de tres vasos de residuos peligrosos, alejado, por el momento, de los extremos, que sí estarían condicionados a la ejecución de la obra en el talud perimetral en el sureste de las instalaciones.

La diferencia en las capacidades operativas entre los depósitos en el recrecido de RP con o sin obras se traduce en una vida útil de diez años: "Al ritmo actual de entrada de vertidos, tenemos una vida útil estimada de 15 años. Cuando se ejecuten las obras, se extenderá hasta los 25 años". Puede que más incluso, porque en Befesa recuerdan que la entrada de vertidos se ha reducido en los últimos años debido a una actividad industrial menor por la influencia de la coyuntura económica en el país.

"Estamos en Nerva y trabajamos por la localidad. Tenemos la obligación de trabajar con ella, no de espaldas. Pero trabajar de forma constructiva, porque hay muchas cosas que se podrían hacer de encontrar otra predisposición. Tenemos la mano tendida", asegura la directora, Nereida Pascual, quien no entiende "las contradicciones con la actitud actual" del Ayuntamiento, "que aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos la gestión de residuos en el municipio por el interés social". La empresa no teme por su futuro en Nerva. Mientras, los camiones siguen entrando cada día al vertedero.

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