Huelva

Un servicio clave para las industrias de Huelva y del Campo de Gibraltar

  • El centro nervense defiende que los controles medioambientales son exhaustivos siguiendo la legislación actual en esta materia

El vertedero industrial de Nerva, sobre una extensión de 140 hectáreas, es el segundo más grande de Europa, tras el que le sirvió de modelo, ubicado en Alemania. Presta servicios, en su mayor parte, a las industrias ubicadas en Huelva y en el Campo de Gibraltar, además de otras procedentes de Andalucía, motivo para el que fue construido hace 16 años. Eso le convierte, destacan desde Befesa, en una herramienta imprescindible para el tejido productivo andaluz, que necesita, insisten, de un lugar donde se depositen los residuos que se generan.

La empresa recuerda que tiene autorización para admitir una variada y amplia clase de residuos industriales, aunque no todos. Están excluidos los de naturaleza inflamable y radiactiva, los de alto grado de humedad, los neumáticos -independientemente de los utilizados en el desarrollo de su actividad- y los sanitarios humanos y animales, entre otros.

Pero no toda su actividad se centra en el depósito directo de residuos no peligrosos y peligrosos, que deben cumplir unos severos parámetros de aceptación antes de derivarlos a otro centro alternativo o gestionarlos a través de una línea de tratamiento e inertización. También se realiza un tratamiento total de los lixiviados mediante una moderna planta de tratamiento de aguas cuyo resultado se reutiliza en el propio centro.

Los controles de calidad medioambiental, destacan, son exhaustivos, tanto por la propia empresa, como por las administraciones y organismos externos, como la Universidad de Huelva, que realiza controles periódicos de la calidad del aire en el municipio.

La empresa asegura que mantiene su compromiso con Nerva desde hace años. De los 44 puestos de trabajo directos creados en las instalaciones, mantiene, el 81% están ocupados por vecinos de la localidad y su comarca. A ellos se suman otros 150 puestos indirectos y más de 500 inducidos.

Además, la directora del centro, Nereida Pascual, apunta que Befesa paga regularmente al Ayuntamiento un canon voluntario en proporción a los residuos tratados. "Ese canon ha supuesto una aportación de 11 millones de euros, desde 1998, a las arcas municipales. Se quejan de que ahora se paga menos pero es que la entrada de residuos también se ha reducido por la crisis", puntualiza.

A ello se suma, destaca, la contribución a trece entidades de la localidad, a través de su programa de responsabilidad social corporativa, por el que se han aportado patrocinios por 200.000 euros.

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